El funcionamiento del casino del hotel Humboldt, en el Parque Nacional El Ávila, durante casi tres meses del año 2021 ha terminado por avalar los estudios de viabilidad económica que hizo el extinto Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) –actualmente Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela- cuando se optó por la privatización de este complejo hotelero en los años 90 durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, señala el reporte Exclusivas Económicas.
“En el diseño original del arquitecto Tomás Sanabria el casino sería instalado en el espacio que se conoce como La Boite, prácticamente a la vista de todos. Pero desde su inauguración en 1956, esa idea fue descartada por el propio dictador Marco Pérez Jiménez y ningún presidente de la era democrática –desde Rómulo Betancourt hasta Caldera en su segunda gestión- aceptó la instalación de un centro de juegos y apuestas pese a la recomendación de los técnicos del FIV, agrega el semanario.
De acuerdo con el reporte, Hugo Chávez también se opuso a esa idea e incluso revirtió la apertura de estos establecimientos en todo el país. Nicolás Maduro, en su inicio, tampoco aprobaba este tipo de locales, pero ante la realidad de que la cadena Marriott rechazó operar el Humboldt porque los números no daban y había que hacer algo con esta instalación luego de todo el dinero que se erogó en su remodelación, no quedó alternativa sino aceptar la condición presentada por el consorcio de inversionistas venezolanos: se entrega la concesión a 30 años con casino incluido o se tiene que cerrar.
El semanario Exclusivas Económicas advierte que el uso de La Boite como centro de juego fue rechazado de plano por las autoridades del gobierno de Maduro. Ese espacio debe quedar como bar, restaurante casual alterno, teatro, auditorio o centro de espectáculos y, en cambio, la alternativa fue que el casino funcione en la mezzanina, fuera de la vista de todos y al que solo se le llega por el ascensor con el debido registro y autorización.
Además, está prohibido que se tomen fotos para evitar que se difundan imágenes como las que se colocaron en redes sociales cuando fue inaugurado en diciembre pasado. Los efectivos de seguridad, los guías y los crupiers están pendientes del uso de teléfonos inteligentes con fines fotográficos. Ante todo debe existir discreción y en esto tienen todo el apoyo de los jugadores que no quieren notoriedad sobre su presencia en el Humboldt y mucho menos sobre los montos apostados y el dinero ganado o perdido. El casino funciona todos los días menos los lunes. Trabaja hasta las 3:00 am y el último funicular baja a Caracas a las 4:00 am.
“Hay hermetismo tanto por parte de la administradora como del Ministerio de Turismo en dar a conocer cifras, pero el ensayo con el Humboldt ha llevado al gobierno de Nicolás Maduro a evaluar reactivar la legislación sobre bingos y casinos, con su respectiva carga impositiva, de manera de convertirlo en un ingreso ordinario de la Tesorería pública. La tasa de ocupación de las habitaciones del Humboldt apenas ha alcanzado 40% en el mejor de los fines de semana. Una habitación tiene un costo por noche de 300 dólares por pareja, tarifa que incluye el desayuno y la posibilidad de late check out dependiendo de las reservaciones”, agrega el reporte.
La administración ha ensayado la opción del day tour sin pernota con el precio de 210 dólares también por pareja, además de visitas guiadas, festivales gastronómicos en las semanas de flexibilización por la pandemia y las fiestas privadas –que obligan prácticamente a cerrar el hotel- porque se trata de un edificio que no tiene salones privados. Pero ninguno de estos eventos suma tantos visitantes ni dinero como el casino, el cual está permitiendo cubrir los pagos de una nómina que alcanza las 200 personas, indica Exclusivas Económicas.