La falta de acuerdos políticos a lo interno de la oposición para designar al nuevo Consejo Nacional Electoral y las grietas de los partidos dejaron a Nicolás Maduro un territorio fértil para dinamitar a las toldas que lo adversan.
El problema es que, por ejemplo, ya muchos personajes tenían muchos años en la dirigencia de los partidos de oposición y eso fracturaba, creaba grietas de legitimidad de esa autoridad de los partidos y dan pie a lo que está sucediendo, que, por supuesto, es muy lamentable, dijo a HispanoPost el doctor en Ciencias Políticas y profesor titular de la Universidad Simón Bolívar, Daniel Varnagy.
Señaló que los partidos han tenido una miopía estratégica muy severa y no lograron establecer mecanismos de renovación y consolidación de sus integrantes, por lo que la administración de Maduro con su sistema hegemónico lo que hizo fue aprovechar las grietas.
Varnagy considera que el trasfondo de las medidas de Maduro, apoyadas por el Tribunal Supremo de Justicia, tienen un trasfondo principalmente electoral. Para estos sistemas autoritarios es muy importante hacer actos frecuentes de votación. Eso es un clásico para bañarse de legalidad.
Explicó que la administración de Maduro utiliza la táctica de judicialización para blindar sus decisiones autocráticas que lo bañan de legalidad y legitimidad. Los tribunales son brazos tácticos del sistema autoritario, añadió.
Destacó que el resultado de las venideras elecciones es muy predecible, habida cuenta de que, aunque el CNE recién nombrado pueda trazar unas estrategias para buscar su transparencia, por parte de la población ya está creada una enorme desconfianza hacia todas las instituciones.
Recomendó a la oposición construir un nuevo discurso, que no sea de izquierda, ante el concierto de naciones donde se pueda ver que hay un plan real de una nueva oposición, que todavía no ha nacido, para plantear un país diferente de las políticas que se han llevado hasta ahora.
Aseguró que la comunidad internacional interpreta como «gradación de la izquierda a la oposición actual y no va a apoyar cambios políticos de una izquierda radical a una izquierda moderada.
El director de Hercon Consultores, Marcos Hernández López, coincidió con Varnagy en que la falta de estrategia y la tardanza de la oposición para renovar las autoridades electorales por falta de acuerdos fortalecieron a Maduro en su plan para construir un proceso electoral a su medida.
El G-4 tuvo desde 2016 para cambiar la directiva (del CNE) y comenzaron una discusión, pero lo que había de fondo es una división en cuanto a criterios de cómo llegar al poder y se le fue dando largas a la escogencia del CNE, situación que le sirvió al gobierno para dividir», analizó.
Indicó que la dilación en el comité de postulaciones y la fallida operación Gedeón se constituyeron en variables fundamentales para fortalecer a un Maduro contra las cuerdas.
Maduro construye un escenario electoral con su CNE y con su propia oposición, permitido por los errores del pasado de la oposición. Allí se apoyó Maduro para dinamitar a los partidos, agregó Hernández López.
Para el director de Hercon, si la oposición no presenta una estrategia alternativa a las elecciones va a desangrar su apoyo y volverán a resurgir los ni-ni.
Es urgente llamar a la unidad de los partidos, desplazar al G-4 y poner nuevos actores políticos como voceros y comenzar de nuevo en la calle, porque la política se hace en la calle y no desde las redes sociales o espacios privados. Unidad sobre todas las cosas y partir casi de cero para que el pueblo confíe no solo en los líderes sino en los partidos, concluyó.