La pandemia llevó a los caraqueños a “descubrir” el Cañón del río Guaire

La ciudad de Caracas está sobre un valle que además es la cuenca fluvial del río Guaire, el cual la atraviesa de oeste a este. Está altamente contaminado debido a los vertederos de aguas negras que desde mediados de siglo XX se fueron construyendo y quedó como un recuerdo y referencia de una canción del músico Billo Frómeta que en sus aguas se bañaron los habitantes de la ciudad en las playas que había a durante su trayecto.

El Guaire cuando llega a Petare, en el extremo este de la urbe, entra en una especie de cañón que se crea por una formación rocosa llamada el Peñón de las Guacas, con un caudal que llegó a servir para que el empresario Ricardo Zuloaga y la Electricidad de Caracas construyeran en ese lugar a finales del siglo XIX –durante el gobierno del general Joaquín Crespo- la primera planta hidroeléctrica que hubo en Venezuela: El Encantado.

Posteriormente, durante el mandato del general Juan Vicente Gómez, cercana a la anterior se puso en operación la planta de Lira.Estas historias de la ingeniería venezolana quedaron olvidadas luego que esta empresa optó por cesar la operación y las sustituyó por plantas térmicas que se edificaron en el litoral central con el complejo de Tacoa.

A eso se suma la estatización de las compañías en 2007 durante el gobierno de Hugo Chávez y todo el intento de la revolución bolivariana de borrar cualquier logro del sector privado.Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 durante el año 2020 le devolvió la notoriedad al cañón del Guaire y a lo que queda de las plantas hidroeléctricas, convirtiéndolas en un lugar de paseo turístico y de trekking del municipio El Hatillo.

El cierre del Parque Nacional El Ávila y de varias lugares recreativos de Caracas durante los momentos de mayor aislamiento creado por el coronavirus llevó a buena parte de los caraqueños a irse hacia este lugar que no estuvo bajo la mirada de las autoridades, entre otras razones, porque contiguo al cañón hay un pequeño caserío llamado Los Naranjos Rural, cuyos habitantes han sido los primeros beneficiarios del turismo que se ha generado.

Uno de los habitantes del lugar, Octavio Batista y su esposa, se convirtieron en los guías de referencia que hacen paseos por el cañón y las cuevas que están en la zona a través de la cuenta de Instagram @hidroelectricaelencantado. También es el caso de Alejandro Vetancourt de @trekking-advetures_vzla, que vive por la zona, o personas como Derbys López de la Fundación Historia, Ecoturismo y Ambiente (Fundhea) –pionero de los recorridos turísticos en Caracas- que lo incorporó entre sus paseos junto al del cerro Papelón y Los Búfalos. También hay operadores turísticos que lo han ofrecido, como los jóvenes de Marejada Team.