¿48 horas de vida? Tras amenazar el lunes con dar un vuelco al orden establecido del fútbol europeo, el polémico proyecto de Superliga se ve arrinconado por la retirada de sus miembros ingleses, hasta el punto de temer nuevas deserciones el miércoles… y terminar en fracaso total.
En un giro de los acontecimientos tan dramático como había sido su entrada en escena, esta competición privada imaginada por grandes clubes disidentes para suplantar a la Liga de Campeones, la histórica competición europea desde 1955, se vio despojada el martes de parte de su contenido.
El motivo fue la retirada sucesiva de seis de sus doce clubes fundadores, todos ingleses: primero el Manchester City y luego Arsenal, Liverpool, Tottenham, Manchester United y finalmente el Chelsea.
“Hemos cometido un error y pedimos disculpas por ello”, escribió el Arsenal en un comunicado, resumiendo en una frase lo que los aficionados, las instancias del fútbol y los gobiernos se habían esforzado en señalar durante los últimos dos días.
Estos clubes pensaron que podían convencer al mundo del fútbol ofreciendo más partidos de alto nivel y aspiraban a obtener ingresos colosales al conseguir un boleto permanente en una competición prácticamente inaccesible para el resto de equipos europeos, con 15 de los 20 miembros siempre clasificados.
En un comunicado hecho público de madrugada, la Superliga anunció su intención de “remodelar” el proyecto ante la deserción de los clubes ingleses, sin precisar cómo y reiterando que el “statu quo del fútbol europeo debe cambiar”.
Todo ello después de que la propuesta fuera recibida con un clamor general en su contra, que finalmente dio sus frutos en Inglaterra.
A la espera de lo que ocurra con este malogrado proyecto, este rocambolesco episodio coloca a partir de ahora al fútbol europeo ante las enormes disensiones existentes entre los clubes ricos sedientos de beneficios y la necesidad para el resto de mantener una forma de equidad e incertidumbre deportivas.
¿Serán castigados los disidentes por lanzar semejante desafío? ¿Se mantendrá la reforma de la Liga de Campeones de 2024, adoptada el lunes, pese a que no parecía satisfacerles lo suficiente, y ser criticada por ciertos aficionados por ser incomprensible?
La UEFA tendrá que abordar estas cuestiones, a pesar de que en los últimos años se ha relajado con los grandes.
En la reunión prevista para el viernes del Comité Ejecutivo de la UEFA se puede plantear la exclusión de los clubes disidentes de la Liga de Campeones en curso, que son tres de los cuatro semifinalistas (Real Madrid, Chelsea y Manchester City), con la excepción del París SG.
Fuente: AFP