“Una de las expresiones que me llamó la atención fue cuando el señor dijo: ´Ya yo me estoy cansando y yo estoy armado, no quiero llegar a ese punto”, contó Johan León, director general de la organización Azul Positivo, al ser consultado sobre si conocía la existencia de casos de violencia de género hacia los hombres.
Detalló que se trataba de un funcionario policial de la ciudad de Maracaibo que recibía constantes maltratos de parte de su pareja y que, sin llegar a ser agresiones físicas visibles, acarreaban un sentimiento de humillación. “La persona después de tanta humillación estaba sintiéndose tentado a hacer uso de su arma ante las constantes vulneraciones a las que él se sentía que estaba sufriendo en su casa”.
León explicó que, pese a que la violencia de género hacia el hombre es poco visibilizada y estadísticamente es menor a la que ocurre contra la mujer, sí existe. Sin embargo, no hay leyes que amparen a los hombres víctimas. “En Venezuela no existe ningún marco legal que regule o vigile la violencia de género contra el hombre. La base para esto es que la gran mayoría de las denuncias que se presentan en materia de violencia de género están dirigidas hacia las mujeres”.
Este fenómeno, según lo explicado por Victoria Romero, presidenta del movimiento feminista Método Wom, tiene que ver con la cultura patriarcal venezolana. “En la misma estructura patriarcal, si bien no hace que mueran hombres como con el femicidio, la violencia de género también afecta a los hombres porque los ponen en situaciones como que, por ejemplo, tienen que ser el proveedor, no pueden expresar sus emociones, tienen que ser los fuertes. Hay una cultura falocéntrica que culpa su rendimiento sexual y hace que incida directamente en su autoestima”.
Dijo que hay que tener en cuenta que los hechos de violencia no solamente vienen de un lado. “Cuando se perpetúa la violencia es porque estuviste o fuiste criado en un contexto violento, esto por las mismas caracterizaciones machistas hace que ellos no puedan o no quieran denunciar esto”.
Indicó que los movimientos feministas han optado por usar nomenclaturas para diferenciar los tipos de violencia de género, ya que en esta materia también se incluyen a los hombres. Así que si se quiere hablar solo de la violencia hacia la mujer, se usan las siglas VHM y en caso de ser hacia el hombre, se abrevia como VHH.
Revictimización como círculo vicioso
Mucho o poco se ha hablado del flagelo de la revictimización de la víctima, que no es más que cuando se desmitifica o naturaliza el horror por el que pasa, bien sea por falta de empatía o desconocimiento.
Ambos activistas coincidieron que la misma cultura machista que impera en el país conlleva a un proceso de revictimización, donde los hombres son afectados más fuertemente, ya que son sometidos al escarnio público y a la burla por ser considerados “poco hombre” o “incapaces de defenderse”.
León dijo que la violencia de género hacia el hombre es una epidemia: “Esto también sucede, lo que pasa es que es una epidemia que se maneja en silencio, que no se visibiliza. Los hombres que denuncian, generalmente, son revictimizados, por eso la violencia es naturalizada y, por lo general, no es denunciada. Un hombre sufre un tipo de violencia de esta naturaleza, y voy a insistir en que sí se da, aunque no es equiparable a lo que sucede del hombre hacia la mujer”.
Señaló que el hombre teme porque, según los estereotipos de género, el varón debe ser fuerte, “no se debe dejar dañar de absolutamente nadie, mucho menos de una mujer”. Agregó que, normalmente, no se llega a la denuncia ni a visibilizar la situación, sino que “la persona recurre a una respuesta violenta para evitar el escarnio público”.
Insistió en la ausencia de personal calificado para atender estos casos: “Hay un problema gravísimo, en el caso venezolano, los funcionarios y funcionarias no están preparados para atender este tipo de casos. Ni siquiera a la violencia hacia las mujeres, que son revictimizadas con comentarios como: les gusta que les peguen, hasta cuándo van a aguantar. Si eso pasa con las mujeres, imagínate con los hombres. Muchos funcionarios que trabajan en estas áreas no tienen una capacitación adecuada y esto genera que, en lugar de ofrecer una solución, empeoran la situación de las personas que son víctimas de violencia”.
El director de Azul Positivo, reiteró que es necesario entender que “es muy importante que se le preste atención a la capacitación de los funcionarios que trabajan en el área de violencia de género, no normalizar la violencia bajo ninguna circunstancia y entender y atender a los hombres que son víctimas de este tipo de violencia”.
Romero aseveró que “la misma estructura de desigualdad y discriminación es la primera forma de violencia”. “Por otra parte, aceptar que eres un hombre que ha sido agredido es aceptar socialmente que estás perdiendo tu primacía y poder dentro de las relaciones desiguales de poder que se dan entre hombres y mujeres, que va a generar una connotación para las sociedades machistas porque es acusado de ser un hombre que no es viril”.
No hay leyes para el hombre
Es tan desigual la situación en relación a la violencia de género contra el hombre que en Venezuela no hay marcos legales que brinden protección a la víctima masculina que es agredida por su pareja. Solo puede ser amparado bajo los reglamentos del Código Orgánico Procesal Penal y los cargos genéricos de cualquier tipo de violencia.
León explicó que hay que reconocer los tipos de violencia, no solamente las violencias explícitas y físicas, patrimoniales, sino también la violencia psicológica. “Existen muchas formas de violencia que se ejercen entre las parejas y que se naturalizan, que no nos permiten identificar dónde está el problema para trabajarlo. En el caso de que se produzca algún tipo de violencia de esta naturaleza, la vía es a través de la denuncia. Primero identificamos y luego denunciamos. Se puede hacer a través de un cuerpo policial, prefecturas o directamente a la fiscalía”.
Romero dijo que algunas organizaciones feministas que defienden los derechos de la mujer, también brindan ayuda a los hombres víctimas de la violencia de género. “En la actualidad, se ha socializado mucho la atención a la víctima cuando se trata a la mujer, pero hay muchas organizaciones que trabajamos con la derivación y atención de casos desde la intervención, prevención y atención. Cuando hay hombres que han sido víctimas o son agresores, pero desean cambiar, hay organizaciones como Método Wom que trabajan con ese tipo de atención a la víctima”.
Indicó que los pasos a seguir son prácticamente los mismos, que debe seguir una mujer víctima: “Si está siendo víctima de violencia tienes que llamar a la organización que brinde acompañamiento a la víctima. Sabemos que todo este proceso es frustrante, en especial para los hombres por el machismo, que no son bien tratados por los funcionarios y los revictimizan, incluso con las mujeres pasa esto”.
Para León mientras no se visibilice, no se pueda mostrar y demostrar que hay una situación que puede ser tan perturbadora e innecesaria como la violencia hacia los hombres. “No se va a generar ningún tipo de iniciativa legal”, afirmó.
Y finalizó con la siguiente reflexión: “La violencia, venga de donde venga, no puede ser aceptable. Una pareja que incurra a la violencia en ningún caso es aceptable y mucho menos naturalizarla y hacer de ella un círculo vicioso que puede originar un desenlace fatal”.