Desde este viernes, y por primera vez en los últimos 20 años,
un civil está preso en el mayor cuartel militar de Venezuela, Fuerte Tiuna. El primer
vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Edgar Zambrano, fue llevado en
la madrugada del 10 de mayo a la institución que acoge desde el ministerio de
la Defensa hasta la dirección de armamento del Estado.
Las condiciones de estos calabozos se desconocen porque
entre las medidas del difunto presidente Hugo Chávez, estuvo eliminar estas celdas
porque ahí se cometían violaciones a los derechos humanos, detalla el
vicealmirante retirado Rafael Huizi Clavier.
Los calabozos de Fuerte Tiuna siempre han existido, sin
embargo, eran utilizados por la justicia militar como salas disciplinarias para
faltas de presunto delito, explicó el también ex inspector general de las
Fuerzas Armadas.
Añadió que mientras estuvo en el cargo, existían 30 salas
disciplinarias en Fuerte Tiuna con una capacidad máxima de 5 personas en cada
una, pero no se sabe si son las mismas salas tradicionales, añadió.
Igualmente, el coronel retirado de la Guardia Nacional,
Hidalgo Valero, comentó a Hispanopost que conoció de primera mano estos calabozos
a los que llevaban a los presos políticos en algunas oportunidades y
tradicionalmente eran al batallón de policía militar José de San Martín.
Enigma en Fuerte
Tiuna
El abogado constitucionalista Luis Izquiel, afirma que
nadie sabe, excepto la cúpula del poder, qué ocurre dentro de Fuerte Tiuna, porque
se desconocen cómo son los calabozos actualmente y si son especiales. Nada se
sabe porque aquí no hay estado de derecho.
Hasta este momento, ningún civil nunca había sido llevado al
Fuerte Tiuna, confirman Huizi, Valero e Izquiel. Este último advierte que es
una completa irregularidad porque se violan todos los tratados internacionales
y la constitución.
Se impone el ala
radical
La medida de llevar al primer vicepresidente del Parlamento se
debe, para Izquiel, a que se está imponiendo el ala más radical de la cúpula
del poder debido a que después del 30 de abril este grupo es el que toma las
decisiones y no confían en policías civiles.
Sebin: Somos presos
también
El coronel Hidalgo Valero, quien es también miembro del Frente
Institucional Militar, enfatiza que la mayoría de los funcionarios del Sebin no
están de acuerdo con el régimen. Están cansados y no aguantan más. Y se
consideran prisioneros.
El Sebin es controlado por cabezas militares, porque no
tienen confianza en los policías civiles que sienten que en algún momento
podrían hacer algo con lo que ellos no estarían de acuerdo, entonces prefieren
llevárselos al centro de poder en Venezuela que es Fuerte Tiuna, asegura el abogado.
El brazo ejecutor de
Diosdado
Valero detalla que el sancionado Gustavo González López por
violación de derechos humanos, es la mano derecha de Diosdado Cabello. Es quien
manda a hacer atrocidades como la detención de Edgar Zambrano (
) y la información que se tiene es que el
asesinato de Fernando Albán fue programado entre Diosdado y González López, al
igual que la masacre a Oscar Pérez. Y vuelven a reintegrar al personaje que
permite las torturas.
Aclara que el general Manuel Cristopher Figuera que salió
del Sebin, estaba comprometido en sacar al usurpador.
Subsistencias gracias
a los militares
El coronel explicó que hay varios grupos en los militares,
uno es de personas que no hubiesen sido militares en otra época y por lealtad
están con el régimen, otros que lo hacen por mantener un sueldo y tener
alimento; y el tercero, a los que no les interesa salir de esto. También está
el alto militar que posee poder económico y tiene a su familia en el exterior.
Sin embargo, aclara que los militares saben que este país
no puede aguantar este régimen.
Por este motivo Diosdado Cabello maneja a estos militares,
los chantajea y los persigue. Él lleva la represión interna de las Fuerzas
Armadas, asegura Valero.
En este mismo orden de ideas, Huizi Clavier, sostiene que
hay más de doscientos militares, procesados algunos y otros detenidos sin
juicio.
El régimen está en
una situación de minusvalía
A pesar de que el régimen está en una situación de
minusvalía y está acudiendo a órganos de seguridad, la situación interna de la
Fuerza Armada es delicada, hay malestar interno en la Fuerza Armada y Maduro lo
sabe. Los sueldos no alcanzan, no tienen comida y poseen problemas de salud, explica
Huizi Clavier
Finalmente, el vicealmirante retirado, explica que se trata
de un régimen que tiene muchos temores. Ellos están mandando un mensaje
ejemplarizante frente a lo que llamaron una rebelión cívico-militar para
atemorizar a los demás para que no se repita lo del 30 de abril.
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