En el colectivo venezolano sigue presente el temor de quedarse durante horas sin suministro de electricidad después de los cinco megaapagones que registró el país en 2019, el primero de los cuales fue el 7 de marzo. El riesgo de que se repita la situación está latente porque el sistema eléctrico nacional continúa con los mismos problemas sin visos de solución en la mayoría de ellos, manifestó Ángel Navas, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos.
El directivo de Fetraelec precisó que si bien la central hidroeléctrica de Guri, estado Bolívar, está en operación y envía 7.500 megavatios de energía al sistema, está la situación de que 90% del plantel de generación térmica colapsó.
A modo de ejemplos refirió que Planta Centro y Termocarabobo (ambas pueden generar 4.000 MW) y Tacoa (1.800 MW) están paralizadas mientras que las centrales Ramón Laguna y Termozulia trabajan al mínimo (10% de su capacidad).
No hay inversión para reflotar y modernizar las instalaciones ni realizar planes de mantenimiento preventivo. La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) tiene serios problemas económicos y financieros con un presupuesto deficitario que solo le permite reaccionar y medio atender, aunque de forma rotatoria, las averías que surjan.
El sindicalista resaltó que los trabajadores no se dan abasto para responder las emergencias, las cuales se complican por la falta de repuestos y equipos eléctricos además de las carencias de vehículos, herramientas y uniformes para realizar las reparaciones de manera eficaz y segura.
Muchas veces se juntan el racionamiento con fallas en los sistemas de generación, transmisión, subtransmisión y distribución, lo que ocasiona a las comunidades prolongadas interrupciones del servicio, de lo cual no está exenta ni la Región Capital, indicó.
El viernes, Plaza Venezuela y Sabana Grande estuvieron varias horas sin luz por lo que el Metro no prestó servicio en esas estaciones. Sectores como Candelaria, San José, San Bernardino, San Antonio de Los Altos o Baruta, por mencionar algunos, tienen semanas experimentando cortes y/o bajones de electricidad.
En lo que va de 2020 las redes sociales han reportado apagones que han afectado simultáneamente hasta 10 estados, principalmente en el centro occidente del país.
Navas refirió que la crisis eléctrica no es peor debido a la destreza de los trabajadores de los centros de operaciones en la detección de las fallas y a que la demanda de electricidad está en su mínimo histórico (9.000 MW) por la caída del aparato productivo nacional y la diáspora.
Sin embargo, los 7.500 MW de Guri no bastan para satisfacer el consumo y al no haber suficiente generación térmica queda un déficit que Corpoelec trata de compensar con racionamientos programados de 8 y 10 horas diarias.
Un año caótico
2019 fue terrible en lo que al servicio eléctrico se refiere. El jueves 7 de marzo a la 4:55 pm se presentó el primer apagón -el más grande de la historia de Venezuela- debido a una falla en Guri. Afectó todo el territorio nacional y algunos estados, entre ellos Zulia y Táchira, estuvieron sin luz entre 5 y 7 días seguidos.
Para el 14 de marzo se había restablecido el servicio en casi todo el país, pero el lunes 25 a la 1:21 pm, también por problemas en Guri, se presentó el segundo apagón en 16 estados. El 29 ocurrió a las 7:10 pm una tercera megafalla que se prolongó durante 4 días en los 23 estados de Venezuela.
El cuarto megaapagón nacional sucedió el 9 de abril, seguido de un quinto el 22 de julio. Las contingencias causaron graves problemas en hospitales, clínicas, industrias, el transporte, suministro de agua y hogares con severos daños a los aparatos y electrodomésticos de los usuarios en todo el país.
Según los sindicatos y expertos, durante 2019 en Venezuela sucedieron por lo menos 23.860 fallas eléctricas de diferentes magnitudes y se reportaron además 25.617 aparatos dañados como neveras, televisores y microondas.
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