Ante la falta de agua en Caracas, la fauna y flora de la obra del arquitecto paisajista Roberto Burle Marx, el Parque del Este, sufren las consecuencias de que diariamente un promedio de noventa camiones cisternas se abastezcan del agua de sus pozos.
La secretaria del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), Marlene Sifontes, detalla que cada día 45 cisternas traídas de China, de 30 mil litros de capacidad cada una, y 35, venezolanas, de 15 mil litros, se surten del agua de los pozos del parque. Es decir, cada 24 horas pierde 1.875.000 litros.
Sifontes explica que, aunque el parque tiene diez pozos, desde hace mucho tiempo solo funcionaba uno, el del estacionamiento 2, el cual está cercano a la entrada de la autopista Francisco Fajardo. Hace unos años, este pozo prestaba apoyo a 15 cisternas y no todos los días. Sin embargo, en 2013 el flujo aumentó a 30 camiones diarios. Y este año, a raíz de la escasez de agua, decidieron reparar otros dos más: el que está cerca al vivero didáctico y el de la terraza del lago nueve, donde están a los botes.
Las consecuencias de estas acciones son que la presión de agua del pozo del estacionamiento 2 ha bajado, el área de fauna se secó y el sistema de riego no funciona y eso pone en peligro el patrimonio botánico, enfatiza Sifontes, quien explica que el problema con el agua inició hace dos años cuando el control del único pozo que funcionaba, el del estacionamiento 2, dejó de estar en manos de Inparques y pasó a las de Hidrocapital en conjunto con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Los pozos del Parque del Este fueron diseñados hace 59 años con la finalidad de que no les afectara el consumo de agua en Caracas, pero ahora son los que la abastecen mientras su patrimonio se pierde.
En cuanto a la flora, Marlene Sifontes explica que si bien existen árboles que llegan a su término de vida, en el parque preocupa que a la fecha han caído muchos que no se justifica su muerte. El agua también es necesaria para aquellos de raíces profundas que no le sirve el riego ni la lluvia, sino que se alimentan de los acuíferos. Tememos que si siguen sobre usando los pozos los árboles terminen como el Samán de Güere en Turmero, el cual se secó por el sobre uso de los acuíferos del sector.
Las lagunas donde están las tortugas, caimanes y la culebra tienen bajos sus niveles de agua, debido a que su llenado depende del agua de los pozos. La fauna ha disminuido, los pájaros pasaron de ser 15 a cinco, quedan dos búhos, los patos desaparecieron y los flamingos que eran bastantes, tantos que incluso se acercaban cuando te sentabas por el lago Guinand, ya no se ven. En el área de fauna solo hay pájaros baco, guacamayas y alguno que otro pajarito, los cuales pertenecen a la fauna libre que cohabita en el parque, así como también se ven ardillas y algunas perezas, dice Sifontes.
De los felinos solo habían tres, dos pumas y un jaguar. Al poco tiempo de iniciar la cuarentena murió la nutria Kaliope y, en ese momento, exigimos saber qué pasó con uno de los felinos y una culebra. Recibimos que uno de los felinos lo habían sacado sintiéndose mal y lo llevaron al zoológico de Caricuao y de eso aún a la fecha nada se sabe, añade Sifontes, quien detalla que el área de fauna no cuenta con un profesional al frente y es el personal obrero quien realiza estas funciones.
Aunque para este sindicato el inicio de los problemas data de 2012, lo que preocupa es el aumento de acciones que deterioran rápidamente la joya paisajísta más importante del creador brasileño en Latinoamérica. El 5 de junio autoridades instalaron y activaron llenaderos, dijeron que habilitaron cuatro pozos, aunque el sindicato de Inparques ha podido confirmar que son tres los pozos operativos: el del estacionamiento 2, el de vivero didáctico y el de la terraza del lago 9, este último preocupa porque la estructura no fue ideada para soportar el peso de camiones cisternas y el reglamento prohíbe el tránsito de vehículos por la caminería, ese techo pertenece a las caminerías.
La otrora acción de utilizar cisternas para llevar agua a las distintas lagunas del Parque del Este ha quedado a un lado, al igual que el mismo parque, ante el habilitar el paso para que cerca de un centenar diario de camiones se surtan de él.
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