Simón Nobile Olivo, presidente de la Asociación Venezolana de Fabricantes de Pasta (Avepasta), manifestó que desde hace aproximadamente un año la industria nacional ha ganado mercado ante la pérdida de competitividad de las pastas provenientes de Turquía, debido a la guerra entre Rusia y Ucrania que está ocasionando retrasos y aumentos en los fletes para poder importar.
Recordó que uno de los principales problemas del sector de la pasta en Venezuela ha sido la eliminación del pago de aranceles y del IVA, aprobada por el Ejecutivo nacional, a las importaciones, ya que la principal competencia de la producción nacional es la pasta importada y específicamente la turca.
“Las importaciones produjo que a partir de los últimos tres o cuatro años bajara la producción. Desde 2015 prácticamente comenzó a disminuir la producción nacional en beneficio de las importaciones de pasta, especialmente desde Turquía, y esto por qué en dicho país la pasta tiene un subsidio de parte del gobierno turco. Es por ello que el gobierno turco protege la producción nacional de trigo y su industria”, comentó.
Enfatizó que en Venezuela los fabricantes de pasta se han visto afectados por esta realidad. “¿Qué ha pasado? En un mercado de 34 millones de kilos de pasta al mes, 24 millones de kilos eran importadas desde Turquía y la producción nacional era de 10 millones”, expresó.
El empresario señaló que la industria nacional que antes abastecía 100% el mercado nacional, porque tenía suficiente capacidad instalada, se ha visto reducida y esto a beneficio de la industria turca. “Esto ha sido complejo. Sin embargo, hemos venido sosteniendo conversaciones con el gobierno y han tratado de ir disminuyendo las importaciones de pasta turca, pero todavía sigue siendo significativa la cantidad de pasta importada”, afirmó.
No obstante, destacó que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha ocasionado que hayan aumentado significativamente los fletes. “Un barco desde Turquía para Venezuela se demora un mes y medio, los intereses y el financiamiento por la compra, más los aumentos del precio del trigo, entre otros, ha hecho que la pasta turca no sea tan competitiva en comparación con la pasta producida a nivel nacional, pero ha sido por un factor externo no porque el gobierno ha tratado o ha intervenido para proteger la industria nacional”, indicó.
Sostuvo que durante este año se ha seguido importando pasta, pero con todos los inconvenientes a nivel mundial, en cuanto a altos fletes y la logística de importación. “Y esto también ha hecho que los precios de la pasta importada desde Turquía se hayan elevado, aunque hoy está a los mismos niveles de precios que la pasta producida localmente”, agregó.
Afirmó que desde Avepasta están monitoreando continuamente las importaciones de pasta. “De eso depende de que se pueda mantener los niveles de producción nacional, queremos seguir incrementando y volver a abastecer todos los requerimientos que tiene el país, además que lo estamos haciendo mes por mes. No depende de nosotros sino de las importaciones, porque el mercado se mantiene y la demanda de pasta se mantiene, pero sigue incidiendo la importación”, puntualizó.
En 2015 se abastecía 100% el mercado nacional
Nobile Olivo sostuvo que para el año 2015 la importación de pasta en Venezuela era 0 y la producción nacional era de 26 millones de kilos, con lo cual se abastecía el mercado 100%. “En 2016 comienza a llegar la pasta importada desde Turquía a Venezuela, con unos 2 millones de kilos promedio mensual y la producción nacional bajó a 23 mil toneladas. En el 2017 y 2018 sube a 8 mil toneladas promedio al mes la importación y la producción nacional baja a 22 millones de kilos”.
En 2019 se ubicó en 12 millones de kilos la pasta importada y bajó a 18 millones la producción de Venezuela. “En 2020 son 11 millones de kilos la producción nacional y la pasta importada aumentó a 19 millones de kilos y en 2021 se mantuvo en 19 millones de kilos la importada contra 14 millones de kilos de fabricación nacional, lo que quiere decir que se está recuperando un poco la producción en comparación con 2019 y 2020”, explicó.
Resaltó que todas las cifras anteriores son con base en un mercado de 30 millones de kilos de pasta al mes. “Ante esto, muchas empresas que contaban con buenas instalaciones se han visto en situaciones críticas e incluso varias han tenido que parar sus plantas. En cambio, durante estos tres o cuatro años se ha desarrollado la industria turca en detrimento de la industria nacional”.
Señaló que la industria de la pasta en Venezuela tiene una capacidad instalada de producción de 37.500 toneladas al mes. “En el año 2013 nosotros estábamos al 70% de la capacidad utilizada, en el 2014 bajó a 69%, en 2015 fue de 69%, en 2016 de 61%, en 2017 bajo a 56%, para 2018 en 58%. En 2019 fue de 46%, en 2020 bajó a 29% y para 2021 y 2022 estamos en 35%, es decir, en la mitad de lo que era en 2013”, dijo.
En Venezuela se consume 17 kilos de pasta por persona al año
El presidente de Avepasta informó que Venezuela es el segundo país en el mundo en consumo per cápita de pasta después de Italia, con 17 kilos por persona al año. “Antes estábamos más o menos alrededor de los 13 kilos y últimamente con la guerra de oferta y las importaciones, el mercado se ha incrementado y el consumo también se ha desviado hacia la pasta, porque este rubro es el principal sustituto del arroz”.
Enfatizó que la pasta venezolana es mejor o igual que la europea e importada. “En la parte de Sudamérica es la mejor pasta del mercado, porque está hecha con cebada de trigo duro. En cambio, en otros lugares se fabrica con trigo panadero o tiene una calidad baja. Y nosotros nos abastecemos de trigo de Canadá, Estados Unidos y México. Estos son nuestros proveedores tradicionales, aunque todo lo que usamos como materia prima es importado”, expresó.
La industria cuenta con tecnología avanzada
Simón Nobile Olivo destacó que toda la industria de pasta se actualizó en los últimos años. “Contamos con la tecnología más avanzada para la producción de pasta, ya que hoy en día desde que llega el trigo, que es procesado en el molino para convertirlo en sémola y luego para convertirlo en pasta, todo el proceso es automatizado. Lo que quiere decir que somos bastante eficientes, productivos y competitivos en ese sentido”.
Sin embargo, pese a los avances tecnológicos, actualmente no se está exportando pasta venezolana. “Nadie está exportando porque el problema es el abastecimiento de trigo y para poder ir a los mercados de exportaciones se debe tener garantías de suministros. En cambio, aquí hemos tenido dificultades en cuanto a eso porque venimos de un periodo de cinco años donde todas las compras de trigo las hacía el gobierno y la industria que recibía el trigo lo procesaba y la mitad se lo entregaba al Estado en pasta y la otra mitad la comercializaba”.
Dijo que otro de los problemas que tiene la industria de la pasta es la falta de financiamiento. “En los años normales cada uno traía su trigo independientemente y en la cantidad suficiente para tener un inventario mínimo de un mes. En este momento todos estamos sujetos a un solo proveedor, que es el que le suministra el producto a todos los fabricantes en Venezuela. Y estamos operando con financiamiento propio, porque no hay nada por parte del Estado o la banca privada”.