La trama de corrupción destapada hace un mes en Petróleos de Venezuela (Pdvsa) salpicó también al área del mercado interno de derivados de hidrocarburos.
Fuentes del sector, que solicitaron guardar sus nombres en reserva, aseguraron que el segmento de la distribución de combustible en las estaciones de servicio está bajo la lupa de las autoridades energéticas.
Para los concesionarios de estaciones de servicio incursos en irregularidades, las fuentes revelaron que se manejan sanciones penales y otras acciones como suspender la concesión y/o la expropiación de instalaciones.
«El anuncio de Pdvsa de apretar las tuercas para que las estaciones de servicio morosas paguen facturas petroleras pendientes no es una señal que las bombas se pueden tomar a la ligera», advirtió un consultado.
Precisó que en la revisión actual de las transacciones entre Pdvsa y los concesionarios «se han detectado descuentos a cargamentos de combustible, así como el pago de comisiones, a funcionarios relacionados con la cadena de suministro de combustible y venta a las estaciones de servicio».
Las fuentes destacaron que «la actual caza de brujas» contra personeros y privados relacionados con la administración de Tareck El Aissami, exministro de Petróleo, toca al mercado interno de derivados de hidrocarburos.
La semana pasada se conoció la información de que Pdvsa había instado a los dueños de las bombas -que venden gasolina a precio dolarizado- a cancelar las deudas por facturas pendientes por despacho de gasolina.
Según las fuentes, el Ministerio de Petróleo, cuyo titular actual es Pedro Tellechea, también presidente de Pdvsa, aprobó la investigación de la Fiscalía General de la República para determinar las responsabilidades en la trama de corrupción.
Bombas en el candelero
En junio de 2020, El Aissami -entonces ministro de Petróleo- informó que en Venezuela había 1.568 estaciones de servicio.
Las fuentes señalaron que de ese número, 90% (unas 1.400 bombas) actualmente venden gasolina a precio internacional de 0,50 dólares el litro.
El restante 10% de los expendios -ubicados mayoritariamente en Caracas- suministra la gasolina al precio subsidiado de 24 y 12 bolívares para los cupos máximos de compra de 120 y 60 litros al mes a vehículos y motos, respectivamente.
Al centrarse en las bombas dolarizadas, las fuentes explicaron que el monto recaudado por la venta al público de ese combustible ingresa íntegramente al Fisco.
«Son más de 3.200 millones de dólares anuales que son importantes para el gobierno de Nicolás Maduro cuando ha caído el ingreso por exportaciones de crudo», dijo un consultado.
Por su parte, concesionarios de estaciones de servicio, que pidieron no mencionar sus nombres, señalaron que a veces se atrasa el pago de la factura a Pdvsa debido a que enfrentan problemas de flujo de caja para cubrir los costos operativos y de personal.
La razón, agregaron, es que el margen actual de comercialización de 2% es insuficiente.
Pdvsa da a los concesionarios el plazo de hasta 72 horas para cancelar el pago (en dólares) por cada entrega de combustible en la gandola, la cual generalmente carga unos 40.000 litros.
«Si se excede el plazo de 72 horas, Pdvsa carga al dueño de la gasolinera una nota de débito, la cual establece que debe cancelar la deuda acumulada a la última tasa de cambio fijada por el Banco Central de Venezuela», refirió una fuente.