Cubrir la demanda nacional de gasolina y diesel representa para Petróleos de Venezuela una materia muy onerosa, pues ha tenido que recurrir al trueque del poco crudo que produce por combustible con el fin de satisfacer el mercado interno, señalaron fuentes calificadas que solicitaron no mencionar sus nombres.
Pdvsa no tiene dinero cash por eso el trueque, pero pierde porque el precio internacional de los combustibles importados es mayor que el del crudo, destacó uno de los consultados. Reveló que la estatal intercambia con China, Rusia o cualquier otro traider que le proporcione cargamentos de combustible.
Otra fuente precisó que Pdvsa importa más de 80% de los 100.000 barriles diarios de diesel automotor que se consumen en el país. La demanda nacional de gasolina de 130.000 barriles/día también en su mayoría es de origen importado: de las refinerías nacionales -El Palito, Puerto La Cruz, Cardón y Amuay- solo esta última está operativa y produce 40.000 barriles por día.
Los precios domésticos de los carburantes no compensan la erogación de importarlos, aseguró otro de los consultados. Venezuela es el país con la gasolina más barata del mundo a costa de un subsidio que supera el millón de dólares diarios, dijo.
Agregó que a la administración de Nicolás Maduro se le plantea sincerar la situación, pero hay cautela a la luz de las protestas populares en Ecuador e Irán contra el alza de la gasolina.
Llenar el tanque de un vehículo en Venezuela cuesta en promedio 200 bolívares en lo que también experimentan pérdidas los concesionarios de las estaciones de servicio.
La Federación Nacional de Expendedores de Gasolina, Fenegas, plantea a Pdvsa un incremento en los márgenes de comercialización por la venta de combustible y que los mismos sean en dólares porque los costos y reposición de equipos, mantenimiento y seguros están dolarizados.
Desde agosto de 2018, Pdvsa no ha variado el margen de comercialización que entonces solo cubría el pago del personal con un salario mínimo de 14.000 bolívares mensuales y ahora ese sueldo mínimo es de 150.000 bolívares al mes, señaló el propietario de una bomba en el oeste de Caracas.
Varios concesionarios indicaron que en la capital siguen los problemas de suministro por los despachos intermitentes en las gandolas, lo cual obliga a cerrar las estaciones de servicio cuando se quedan secas. Pero en el interior el problema es peor y los expendios pasan una semana o más sin suministro, contó uno de los consultados.