La brusca caída de la producción petrolera venezolana es más critica en el segmento de los crudos liviano y mediano, de los cuales dependen los procesos de las refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), aseguraron fuentes calificadas del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Precisaron que solos o mezclados con crudo pesado de la faja petrolífera del Orinoco los crudos liviano y mediano son fundamentales para la supervivencia de Pdvsa.
En ese sentido, destacaron que la industria petrolera nacional tiene severos cuellos de botella como consecuencia del declive de la producción de crudos liviano y mediano por la falta de mantenimiento e inversión desde 2012.
«De la producción petrolera actual (700.000 barriles diarios) sólo 200.000 barriles corresponden a crudo liviano y mediano extraído en los campos de los estados Apure, Barinas y Anzoátegui en el occidente y oriente del país, respectivamente, precisó un consultado.
Venezuela cuenta con reservas de 300.000 millones de barriles de crudo, de los cuales 40.000 millones corresponden a petróleo liviano y mediano.
La fuente recordó que el lineamiento a Pdvsa -por parte de Hugo Chávez- de afincar la explotación en los crudos pesados de la faja del Orinoco ocasionó el abandono de la exploración para descubrir yacimientos de petróleo liviano y mediano.
Además de la refinación, el petróleo liviano y mediano es necesario para la obtención del crudo reconstituido que tiene un gran peso en las exportaciones petroleras del país.
El crudo reconstituido se logra a través de la mezcla del liviano/mediano con el pesado de la faja petrolífera para mejorar la gravedad API (American Petroleum Institute) y su calidad comercial.
Las fuentes destacaron que Pdvsa tiene poca capacidad de maniobra para atender simultáneamente las necesidades de las refinerías y del crudo reconstituido.
«A esto se suma que los mejoradores del crudo pesado de la faja presentan problemas técnicos y de mantenimiento, por lo que pueden procesar 200.000 de 600.000 barriles al día de su capacidad instalada», dijo un consultado.
Agregó que, para colmo de males, las refinerías de Pdvsa registran de forma recurrente fallas en sus instalaciones, lo cual ocasiona desabastecimiento de combustible al mercado interno.
¿El Palito y los iraníes al rescate?
Las fuentes reconocieron que la reciente puesta en servicio de la unidad de craqueo catalítico de Amuay -ubicada en el complejo refinador Paraguaná en el estado Falcón- alivia la presión de la falta de gasolina de las últimas semanas con largas colas de vehículos en las estaciones de servicio del país.
Respecto a la paralización de la planta catalítica de Cardón, también del complejo Paraguaná, las fuentes revelaron que los trabajos del compresor llevarían más tiempo por la indisponibilidad financiera de Pdvsa.
Como consecuencia del abandono oficialista del parque de refinación del país, las refinerías procesan ahora -y de forma intermitente- 200.000 de 1,3 millones de barriles de la capacidad instalada.
En este contexto, la administración de Nicolás Maduro apuesta a la recuperación de la actividad con la ayuda de Irán, país petrolero del Golfo Pérsico-Arábico y aliado político.
En mayo de 2022, los iraníes iniciaron un proyecto para recuperar la refinería El Palito, ubicada en el estado Carabobo, con una inversión de 115 millones de dólares.
Hace dos semanas, entró en operación una primera fase que permite producir 20.000 barriles diarios de gasolina y esperan llevar ese volumen a 50.000 barriles en agosto próximo.
Sin embargo, han habido problemas con el suministro del crudo liviano y mediano que se produce en Apure y Barinas y que alimenta la dieta de El Palito.
De acuerdo con las fuentes, hay un plan B mediante el cual la dieta será de crudo liviano y mediano proveniente de Irán.
«De esta manera, Teherán afianza su presencia energética y política en Latinoamérica a través de Venezuela», sostuvo un consultado.
Recordó que Irán ha acudido en auxilio de Maduro proveyendo gasolina en momentos de fuerte escasez en el mercado interno venezolano, además de crudo liviano y mediano para mezclar con el pesado de la faja petrolífera.