Desde hace 10 años en Fedecámaras, la llamada cúpula del empresariado de Venezuela, no se veía una pugna por su presidencia porque se había optado por la escogencia de una persona que tuviera consenso entre los gremios afiliados. Preferiblemente estaban en el cargo de vicepresidente sin que se propusieran o postularan otras personas para imprimirle competencia a esa posición.
A principios de 2023, se pensaba que Adán Celis, actual primer vicepresidente y expresidente de Conindustria, repetiría la fórmula de aclamación que tuvieron Jorge Roig, Francisco Martínez, Carlos Larrazábal, Ricardo Cusanno y Carlos Fernandez. Es decir, tendría el camino solo para ser proclamado como presidente en la 79ª. Asamblea Anual que se realizara en Maracaibo entre el 20 y 23 de julio.
Resulta y acontece que apareció Pedro Rivas, expresidente de Fedeagro y extesorero de Fedecámaras en el bienio 2013-2015. “Se nos había olvidado que tradicionalmente había una competencia por la presidencia y nos acostumbramos a no ver un enfrentamiento democrático”, comentó un dirigente empresarial, quien prefirió el anonimato para no entrar en polémicas públicas con sus colegas.
Una de las particularidades que tiene la pugna Celis versus Rivas ha sido la de exhibir o mostrar quién de los dos tiene más cercanía con la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, tomando en cuenta que la funcionaria es la ministra de Economía y Finanzas; y, por lo tanto, la máxima responsable de la política productiva y del relacionamiento con el sector privado.
Esto, sobre todo, después de que se restableció una comunicación directa tras la reunión que se dio en la mismísima sede de Fedecámaras a principios de 2021 entre su entonces presidente Ricardo Cusanno y el recién inaugurado presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, hermano de la vicepresidenta.
En fechas recientes, Delcy Rodríguez ha sostenido varios encuentros con representantes del sector privado en el marco de reuniones del Consejo Nacional de Economía Productiva a los que se ha invitado al actual presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, pero también a los dos candidatos a sucederle.
“La vicepresidenta saludo al potencial presidente de Fedecámaras, Pedro Rivas, quien es economista, conoce al sector agrícola y propone el diálogo para la recuperación económica y fortalecimiento del sector privado”, asegura un empresario vinculado a esta fórmula.
Palabras similares se escuchan por el lado de Adán Celis, quien viene del sector industrial y tiene el legado de que su padre con nombre homónimo ocupo la presidencia de Fedecámaras en el bienio 1983-1985, justo cuando el empresariado venezolano afrontaba la embestida del Viernes Negro a finales del gobierno de Luis Herrera Campins. Desde entonces, la economía venezolana ha ido por un desbarrancadero que ya suma 40 años.
“La vicepresidenta cuando se encontró con Adán le dijo: ‘Me comentaron que estaban diciendo que tú y yo nos detestamos, pero se van a dar cuenta del enorme diálogo que tenemos”, comentó una persona cercana al equipo de Celis al referirse al encuentro con la funcionaria.
La cercanía que aleguen tener ambos aspirantes, evidenciadas con sendas fotografías con Delcy Rodríguez, y por tanto con el gobierno de Nicolás Maduro tiene un trasfondo: ningún empresario quiere que se pierda el diálogo que al menos ha existido con el empresariado y Fedecámaras, el cual se restableció en la gestión de Cusanno.
Ha seguido durante el periodo de Carlos Fernández, aunque esas conversaciones no necesariamente se traduzcan en decisiones que estimulen lo que llaman el aparato productivo y para ejemplo el hecho de que el Ejecutivo nacional se mantenga firme con el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).
Por lo pronto, el duelo empresarial tiene fecha y lo único público que haya tenido notoriedad por parte de la vicepresidenta sobre el asunto electoral de Fedecámaras ocurrió hace dos años cuando la funcionaria tuvo un tono de sorna sobre la figura del consenso. “Parece que esta semana habrá elección por aclamación en Fedecámaras porque ya está cantado el resultado!”, dijo Rodríguez volteándose a mirar a Cusanno y Fernández.