Una de las muestras del destrozo industrial de Venezuela está en el sector automotriz con las plantas de Ford Motors, General Motors, Mitsubishi y Toyota totalmente cerradas, sin que exista la mínima expectativa de que puedan reabrirse porque todo indica que el país tendrá que convivir con las sanciones por varios años y porque en la práctica resulta mejor importar un vehículo, indica el semanario Exclusivas Económicas.
Sin embargo, en el caso de las motocicletas ocurre todo lo contrario y en el país se cuenta con 10 ensambladoras: ocho de origen chino, una japonesa y otra de la India, de acuerdo con la data que tiene la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productores Automotores (Favenpa).
Este gremio reclama que desde los últimos años de gobierno de Hugo Chávez se promovió una política sin ningún apoyo al sector privado nacional y esa medida se ha mantenido durante la década que lleva que lleva Nicolás Maduro en el poder.
“En Venezuela se ensamblan motocicletas desde hace 10 años, pero todas sus partes son importadas. La motocicleta llega al país desarmada y se ensambla sin ninguna parte nacional porque resulta complicado y casi que imposible competir con los bajos precios que tienen la motopartes chinas”, indica Omar Bautista, presidente de Favenpa.
“Este año se prevén ensamblar 300.000 motocicletas, pero hay que tomar en cuenta que esa cifra indica una disminución porque hubo años que se llegó a 500.000 unidades”, agrega.
La más emblemática es Bera, que llegó a tener dos plantas en el estado Aragua: una en La Victoria y otra en Turmero, pero en la actualidad la producción se concentra en esta población.
La mayoría de las motos “hechas en Venezuela” -indica el semanario- son de baja cilindrada y son las que están utilizando mayoritariamente los servicios de mototaxis y las dos empresas de delivery o reparto a domicilio como PedidosYa y Yummy.
El precio de venta se ubica entre los 1.000 y 1.500 dólares, lo que está favoreciendo la demanda y que se refuerza con el hecho de que para casi 75% de la población venezolana resulta impagable los precios de los vehículos importados.