«Sin senos sí hay paraíso», asevera sobreviviente de cáncer de mama

“Sin senos sí hay paraíso”, dice Vilmar Cordobez, sobreviviente de una de las principales causas de mortalidad en las mujeres venezolanas: el cáncer de mamas. Recordó que, desde su diagnóstico en 2018, su fe y su espíritu han sido la gasolina que le ha permitido enfrentar una enfermedad que ya logró superar. Ella, además, es docente de jóvenes con discapacidad auditiva, la cual también padece.,

Sus hijos son la principal razón para luchar contra el cáncer. “Desde el año 2018 me realizaron el diagnóstico de cáncer de mamas, tuve la oportunidad de acercarme a la clínica de prevención del cáncer de la Sociedad Anticancerosa. Fue donde me atendieron para apoyarme en todo este proceso. Yo había llevado todos los estudios médicos y el doctor me decía: ‘Calma, calma, eso es un proceso, poco a poco’. Entonces, me realizaron nuevamente la biopsia y cuando me dieron el resultado lo que hice fue respirar, no lloré. No lloré porque así como logré superar mi discapacidad auditiva desde los ocho años, logré estudiar, formarme como docente especialista; aí voy a hacerlo con el proceso de mi diagnóstico por mejorar mi salud, para no dejar solos a mis hijos”. 

Recientemente, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) reportó un incremento de casi 14% en las muertes por cáncer de mama y un aumento de 7% en la incidencia de casos de esta patología, por lo que la institución sanitaria ha implementado el programa de Ayuda Integral al Paciente Oncológico (AIPO) para apoyar con el tratamiento, terapias de quimio y radio, además de la cirugía, a quienes padecen esta enfermedad y no tienen los recursos para costear los gastos. 

Vilmar fue una de las beneficiadas del programa y relató a HispanoPost lo que fue su experiencia: “El 2 de octubre fue que me realizaron la cirugía, cuando dio la última palabra el doctor Soteldo. Fue el que dijo: ‘Mastectomía total’. Yo dije: ‘Bueno, lo importante es que me mantengan viva’. Lo importante es que los médicos del programa AIPO están abocados a la salud del paciente. No es como en un hospital que te ve un médico, después otro médico, no. Los médicos del programa AIPO te hacen un seguimiento, yo no tenía que llamarlos, ellos me llamaban o llamaban a mi hermano”. 

Dijo que la dedicación de los médicos le permitió tener una recuperación más pronta. “A cada una de las pacientes las llamaban para que estuvieran al tanto de su consulta. Cuando me operaron aquí mismo en el Grupo Médico Santa Paula, la atención fue excelentísima. Después de la operación me indicaron que tenía que esperar resultados de la biopsia después de la cirugía. El doctor me dijo: ‘Chócala’, cuando le pregunté qué pasó. Me dijo: ‘No te corresponde radioterapia, los médicos realizaron todo su proceso’. Para mí eso fue una bendición porque está en la fe, el empeño por su salud”. 

Ante ello, con una sonrisa de oreja a oreja, reiteró: “Sin senos hay paraíso, vida y salud es lo más importante”. 

Medicina de primera 

El tratamiento de cáncer es, también, uno de los más costosos no solo en Venezuela. La misma crisis humanitaria por la que atraviesa el país se ha reflejado, en ocasiones, en la escasez de medicamentos que ayuden al paciente a controlar o superar la enfermedad; razón por la cual el personal sanitario vinculado al programa AIPO asegura que para ellos es fundamental ofrecer un proceso digno a quienes luchan contra el cáncer.

“Nosotros nos vemos como un vehículo que tiene que ser posible, factible. Por ende, nosotros de alguna manera tenemos que lograr colocar unos costos accesibles para la Sociedad Anticancerosa, que permitan poder rendir y beneficiar cada vez a más personas que necesitan la ayuda de un programa como el que ellos tienen. Podrían muchos pensar que una clínica A como somos podemos ser inalcanzables y, todo lo contrario, queremos que esta sea una clínica que se perciba para toda la comunidad que servimos, como una clínica que sí se puede acceder a ella”, dijo Arturo González, gerente comercial del Grupo Médico Santa Paula.

Explicó que desde su gerencia están comprometidos con acercar a los ciudadanos a la posibilidad de retomar el chequeo preventivo, como método principal en la lucha contra el cáncer. “Este chequeo preventivo se ha deslizado entre las prioridades de los venezolanos, muchas personas no lo están haciendo. Tienen que acudir una vez al año, como lo habíamos hablado antes. Las mujeres principalmente por incidencia a chequearse sus mamas, con una mamografía y un ecomamario”. 

Para quienes estén interesados, el Grupo Médico Santa Paula estará ofreciendo, durante todo el mes de octubre, una promoción especial de ecografía mamaria y la mamografía digital por un costo de 20 dólares. Mientras que los días 14 y 15 del mes en curso se estará realizando una jornada gratuita de despistaje de cáncer de mama. Para ambas promociones, las personas interesadas deben comunicarse a los número 0424-CLINICA, 0412-CLINICA o 0414-CLINICA.

“Queremos fomentar que las enfermedades sean detectadas a tiempo para poder ofrecer mejores pronósticos y dar más posibilidades”, aseveró González. 

Hombre, ¡tócate! 

Ante la incredulidad de los hombres sobre la posibilidad de padecer de cáncer de mama, los expertos insisten en que los hombres también su respectivo autoexamen mientras están acostados o en la ducha. Y en esta oportunidad le pusieron nombre y rostro a este padecimiento y, por ello, José Manuel Cabrera, nos contó su historia. 

Y así fue como Cabrera conoció su diagnóstico: “Esto viene a raíz de un golpe que me di con una rama que estaba podando de un árbol en mi casa. Me puse hielo y busco la manera de curarme yo, pero me empecé a dar cuenta que se hizo un granito, una especie de pelotica como una metra, más pequeña, y resulta que hubo un caso con mi próstata: una hiperplasia prostática. Me mandaron un tratamiento y a la vez tuve que ponerme sondas. El tratamiento me empezó a afectar, porque yo no tomo medicinas para nada y empiezo a sentirme extraño y esa pequeña pelotica empezó a crecer. También comenzó a subirme la tensión y yo no soy hipertenso”.

Luego de consultar con un cardiólogo, amigo de la familia, decidió buscar ayuda profesional para asimilar que formaba parte de ese 1% de la población masculina que padece de cáncer de mama. “En mi caso ha sido una parte doble porque me tocó primero atender lo de la mama, que ya estaba en proceso de atención por la parte de la próstata, y el mismo temor que tenemos a veces los hombres de hacernos el examen de la próstata, por lo que significa esa forma machista de pensar que nadie me va a tocar, mucho menos por detrás”. 

Y como sobreviviente de cáncer de mama, que aún tiene que someterse a una nueva intervención quirúgica para superar su dolencia prostática, José Manuel le dice al resto de los hombres que no deben “dejar pasar el tiempo, porque cuando dejamos pasar el tiempo las consecuencias van a ser más grandes. Tenemos miedo a morir y es muy normal. Pero si nosotros podemos alargar un poco más nuestras vidas, pero sanos, mucho mejor porque disfrutamos con más alegría, con más felicidad”.

AIPO: medicina y formación 

Por su parte, Javier Soteldo, director programa AIPO (Ayuda Integral al Paciente Oncológico) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, indicó que se trata de una oportunidad no solo para los enfermos con esta patología, sino también para los médicos cirujanos y oncólogos que desean avanzar en sus carreras. 

“Un programa espectacular que se llama AIPO, que es la unión de toda la Sociedad Anticancerosa de Venezuela para poder aportar a nuestros pacientes afectos de cáncer de mama una curación o control de la enfermedad, a través de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, aportado totalmente por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, gratis para todas las personas de bajos recursos económicos”, dijo.

Recalcó que hasta el momento el programa ha salvado más de dos centenas de vidas y ayudado a formar nuevos mastólogos. “Hemos operado a más de 270 pacientes en este proyecto. A parte existen pacientes que han sido operados por otra patología, pero el grueso es actualmente la patología mamaria. A través también del programa de formación de médicos cirujanos que se hacen mastólogos, a través de la formación con nosotros, en la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, y el magister en mastología; es decir, que reciben con el grado académico por la Universidad Umberto Veronesi, de España”.

Para finalizar, Crismar Rodríguez, médico cirujano y mastóloga del programa AIPO, agradeció la oportunidad de formar parte en el proceso de curación de tantos pacientes oncológicos venezolanos. “Yo me siento muy complacida, agradecida con la Sociedad Anticancerosa que nos dé la oportunidad a nosotros de poder ayudar a muchísimas personas en un sistema de salud que está un poco golpeado, pero tenemos la oportunidad de darle a las pacientes la atención de calidad, lo que ellas se merecen y, a su vez, nosotros formarnos. Eso a mí me llena de muchísimo orgullo y cada día de querer seguir haciendo lo que estamos haciendo con más amor y con más ganas, para ser los mejores y darles lo mejor a cada una de estas mujeres venezolanas”.