La industria petrolera venezolana está en terapia intensiva con el desplome sostenido del bombeo de crudo, que en junio alcanzó 380.000 barriles diarios según el reporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Ese es el nivel más bajo desde 1943, alertaron fuentes del sector que solicitaron guardar su nombre en reserva.
«En 1998, operaban en el país 2.000 taladros de perforación. Hoy ese número es cero y coloca a la actividad petrolera en una situación muy peligrosa», sostuvo uno de los consultados.
Explicó que los yacimientos se van agotando en la medida en que el crudo es extraído, lo cual amerita perforar con los taladros nuevos pozos para compensar esa declinación.
Sin embargo, reveló, que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) descuido esa actividad -incluyendo el mantenimiento de las instalaciones- debido a su mala situación financiera y la falta de inversión.
Una fuente advirtió que llevar las operaciones petroleras a niveles mínimos implica el cierre de pozos, sin posibilidad técnica de que sean reactivados en el futuro.
«Pdvsa necesita urgentemente inversiones y un programa agresivo de mantenimiento a los pozos, pero esto no ha sido posible por las malas políticas del chavismo, fundamentalmente en la administración de Nicolás Maduro», sostuvo uno de los consultados.
Recordó que los distintos planes para aumentar la producción petrolera desde comienzos de 2000 no se concretaron y quedó lejos el anuncio de Hugo Chávez de llevar la producción a 6 millones de barriles diarios.
Otro ejemplo de incumplimiento fue el plan de elevar la producción de crudo en un millón de barriles al día en un año, tal como lo informo a fines de 2018 el expresidente de Pdvsa, Manuel Quevedo.
Las fuentes precisaron que -de seguir bajando la producción petrolera del país- «llegará un momento en que los yacimientos no responderán, lo cual pone en riesgo incluso el suministro de crudo a las refinerías de Pdvsa».
La curva de descenso de los taladros se pronunció mucho más desde 2012, cuando operaban en Venezuela 200 de esos equipos.
Otra razón de la desincorporación de taladros fueron los problemas de flujo de caja de Pdvsa, lo cual la imposibilitaba a pagar los servicios a las empresas contratistas. Por ello, las contratistas suspendieron sus operaciones y se llevaron los equipos de perforación a otros países productores como Colombia.
Asimismo, las sanciones del gobierno de Estados Unidos contra el régimen de Maduro han impactado las actividades de producción, lo cual se traduce en las dificultades de Pdvsa para exportar.
Esta última situación llevó a la estatal petrolera a cerrar pozos o llevarlos al mínimo de su operación, con la finalidad de reducir los inventarios de crudo que están saturados.
En junio, los billones de petróleo se ubicaron en 44 billones de barriles, de acuerdo con las fuentes.