El incendio de este sábado de un buque petrolero en el terminal de Guaragüao en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, evidenció las consecuencias de la falta de mantenimiento y el descuido de Petróleos de Venezuela, Pdvsa, en materia de prevención y control de accidentes en las actividades del manejo de hidrocarburos, aseguraron fuentes sindicales que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«En los muelles hay mucho riesgo de que ocurran accidentes y siniestros por lo que Venezuela internacionalmente aparece en listas negras de alta peligrosidad de las operaciones de atraque y aprovisionamiento de combustibles a buques», sostuvo un consultado.
Destacó que en el último año las autoridades nacionales energéticas han mostrado interés en revertir la situación, pero la iniciativa hasta ahora son anuncios de buena voluntad.
«Las buenas intenciones no son suficientes para revertir sustancialmente los graves problemas y carencias en el área de seguridad e higiene en el ambiente de trabajo, arrastrados desde que el chavismo tomó las riendas de la industria petrolera», dijo un sindicalista.
Las fuentes señalaron que si bien el incendio del sábado fue controlado, se presentó la situación de que los equipos «tardaron en funcionar porque presentaban fallas por falta de mantenimiento».
Alertaron que los muelles de terminales marítimos y fluviales tienen problemas y requieren con urgencia un programa agresivo y continuo de revisión y sustitución de equipos obsoletos y dañados, así como la inspección periódica de que ellos funcionan a tono.
Según las fuentes, en los predios petroleros trascendió la noticia de que fallaron los equipos contraincendios enviados por Pdvsa a Matanzas, Cuba, para apagar el incendio del 7 de agosto de varios tanques de almacenamiento de combustibles.
En el accidente del sábado en Guaragüao no hubo pérdidas humanas pero en enero de 2022 una tubería explotó en Anzoátegui con saldo de una persona fallecida.
Las fuentes insistieron que este tipo de situaciones «no ocurrirían si se aplicaran, de forma rigurosa y metódica, los protocolos y acciones establecidos en los manuales de normas que rigen en la industria petrolera nacional e internacional.
El Lago tampoco se salva
Las fuentes revelaron que la situación de inseguridad en los muelles y otras instalaciones petroleras ocurren también en el occidente del país.
Un consultado advirtió que las condiciones de las gabarras, remolques, lanchas y buques petroleros que circulan por el Lago de Maracaibo, Zulia, presentan múltiples deficiencias.
«Los continuos botes y derrames de crudo y fugas de gas en las tuberías sublacustres implican un altísimo riesgo de incendios además del daño ecológico», expresó la fuente.
Destacó que según estudios especializados, en el Lago se registran mensualmente unos 15 derrames.
Debido a la actividad petrolera, en el Lago de Maracaibo hay 5.000 pozos activos e inactivos con 600 metros de tubería -altamente expuesta a la corrosión- entre cada pozo.
Las fuentes advirtieron que el traslado de trabajadores en las lanchas es muy inseguro debido a las malas condiciones en que se encuentran las embarcaciones.
«Se dan casos de hundimiento porque la bomba de achique no funciona», refirió un consultado.
Anotó que el número de unidades operativas de la flota de lanchas, gabarras y remolcadores, entre otros, ha disminuido mucho por la falta de repuestos.
«Esto obliga a desmantelar una unidad para reparar y poner en funcionamiento a otra. El cementerio de embarcaciones en desuso es muy grande», insistió.