¿Donald Trump debe beneficiarse de “inmunidad absoluta” por sus actos durante su mandato como presidente de Estados Unidos, tal y como defienden sus abogados? A esta pregunta debe responder la más alta jurisdicción estadounidense y lo hará la semana del 22 de abril.
Los nueve jueces de la Corte Suprema decidirán “en qué medida, un expresidente disfruta de inmunidad presidencial en un proceso penal por una conducta que presuntamente involucra actos oficiales durante su mandato”.
Se da la circunstancia de que la mayoría de los jueces, seis, son conservadores y tres de ellos fueron nombrados por Trump cuando estaba al frente de la Casa Blanca.
Los abogados del magnate se anotan un tanto mayúsculo en su estrategia de retrasar al máximo los cuatro juicios que tiene a la vista para poder presentarse a las elecciones de noviembre.
Trump decidió recurrir a la Corte Suprema después de que el pasado 6 de febrero un tribunal federal desestimara la cuestión de la inmunidad. Ahora, esa decisión queda en suspenso hasta que la Corte Suprema se pronuncie.
El juicio contra el expresidente republicano por intento ilegal de anular los resultados de las elecciones ganadas por el demócrata Joe Biden debería haber comenzado inicialmente el 4 de marzo.
Con información de RFI