Cortes de luz, viajes cancelados y toda la ciudad cubierta de blanco, es el resultado de una insólita ola de frío que azota al sur y centro de Estados Unidos desde el lunes 15 de febrero.
Desde entonces, habitantes de los 254 condados de Texas fueron testigos de una tormenta invernal sin precedentes, algo para lo cual no estaban preparados. Más de 2,5 millones de personas quedaron sin electricidad, debido a los apagones, lo que impidió que pudieran calentar sus hogares.
En medio de toda esta situación, los venezolanos radicados en Texas experimentaron algo que nunca podrían vivir en su país de origen y que ni el “pacheco” decembrino los preparó.
Es una experiencia que quedará para la historia, tomando en cuenta que Texas no esperaba para algo de tal magnitud, que obligó hasta la cancelación de más de 4.000 vuelos desde el lunes.
Aunque los servicios de salud han estado activos y en alerta en todo momento, los ciudadanos tienen miedo de salir por el tema de la COVID-19 y por el estado de las vías rápidas que están congeladas.
La venezolana Isabel Pérez vive en Plano Texas. En su hogar hay un total de cuatro personas, que tuvieron que hacer las mil y una para cuidar de niños y mascotas en medio de la emergencia por la tormenta.
“Las mascotas sí hay que abrigarlas bien y lo recomendado por los veterinarios es darle un poco más de comida de lo que regularmente se les da, para generar más calor a sus cuerpos”, detalló.
Enfatizó que Texas no estaba preparado “para este frío tan fuerte ni para las nevadas, pues no cuenta con las provisiones necesarias, como son los camiones que limpian las calles”.
Relató que desde el pasado lunes 15 de febrero, a las 3:40 de la madrugada, se quedaron sin el servicio de electricidad, por lo que tuvo que trasladarse a casa de un familiar. Tengo un niño de un año y una niña de 4 años, los cuales ya estaban comenzando a sentir el frío”.
Como su cocina es eléctrica, no tenía forma de preparar los alimentos para los pequeños: “Nos tocó salir de allí y buscar refugio en otra casa. Tengo una compañera de trabajo que también tuvo que salir de su apartamento con su esposo y su bebe de cuatro meses”.
Destacó que el gobierno instó a los ciudadanos a hervir el agua antes de usarla, pero en su urbanización “algunos edificios están sin el servicio del agua debido a las bajas temperaturas, ya que las tuberías se congelan y se rompen”.
El racionamiento eléctrico
Aura Ortega vive en Dallas, en su hogar hay un total de cinco adultos y una bebé de 14 meses. Desde su ventana todo es blanco como si del Polo Norte se tratara.
“Desde la madrugada del lunes 15, tipo 1:00 am, comenzó el racionamiento eléctrico. Cada hora la quitaban por un rato y la volvían a poner, así estuvimos hasta esta madrugada que la formalizaron”, explicó que el racionamiento se debió a que las empresas no querían que colapsara el servicio por el alto consumo, producto de las bajísimas temperaturas.
“Nosotros en casa no podíamos salir. El fin de semana pasado hicimos compras de comida, pañales, papel toilette, agua, para tener por estos días y no tener que salir”, comentó.
Indicó que debían dejar abiertas las llaves de lavamanos y duchas, así como las puertas de gabinetes donde hay tuberías, “para medio evitar que se congelaran los tubos porque corría el agua”.
Relató que, afortunadamente, la gobernación envió ayuda de alimentación y refugios para mantener a los ciudadanos atendidos en medio de la tormenta.
Una experiencia “bastante fuerte”
El impacto de este fenómeno natural es tan grande, que los habitantes lo comparan con algo “apocalíptico” que no sucedía desde hace 150 años.
Rafael Adames, quien vive en Spring al norte de la ciudad de Houston, Texas, explicó que la experiencia fue “bastante fuerte para Texas ya que no ocurría algo así desde hace 150 años”. “Ni la población ni los organismos estaban preparados”, aseguró el venezolano.
Aunque tuvo conocimiento de personas que lamentablemente fallecieron, su familia y amigos están a salvo y tampoco les ha faltado agua potable o caliente.
“Es un sistema de distribución completamente independiente del de la electricidad ¿cómo funciona? No lo sé, pero alivió bastante”, dijo.
Narró que las temperaturas bajaron a -18 con nieve, hielo y lluvias heladas. “Nadie esperaba esto. Hace una semana estábamos en los 20 grados”, indicó.
Aunque las autoridades informaron que la tormenta se está alejando de la región, las temperaturas gélidas permanecen y obstaculizan los intentos del estado por restablecer plenamente la energía para sus residentes.
El temporal invernal coincidió con el proceso de vacunación masiva contra el coronavirus, pero Texas y Tennessee tuvieron obligados a cerra sus sitios de vacunación y cancelaron las citas de la primera o segunda dosis hasta nuevo aviso.