Es evidente, que la mayoría de los electores están en modo off. La realidad económica desmonta sus emociones en muchos votantes que desde su expresión se niegan a participar y otros ya no quieren nada con eventos electorales por la revelada parcialización del CNE.
Después del triunfo electoral oficialista el pasado 6D, para la revolución no significa que sus mayores problemas se resolvieron. En lo concreto, la crisis económica, social y política continúa su agudización en sus más grandes dimensiones. Maduro está lejos de haber recuperado la confianza de la población y la mayoría lo sigue rechazando en 83,5%. Sin embargo, no se puede esquivar que, de estar al borde del abismo, pasó a controlar la actual dinámica política nacional.
Según la Constitución, estamos en tiempos para la realización de las elecciones gobernadores y alcaldes, todo un desafío. Ante la actual situación política, hay que desconstruir y luego construir una lógica compleja mirando que el único ganador en una división formal en la oposición es Maduro, que desde hace años trabaja para su concreción. Si la oposición mantiene su postura y contradicciones en sus diversas narrativas, será continuamente abatida por las coyunturas políticas, limitaría sus aspiraciones para lograr triunfos en los futuros eventos electorales. Los resultados de 2015 sólo se pudieron lograr por medio del blindaje de la Unidad.
Cuando 85,5% de los encuestados responde que no cree que las cosas en el país mejorarán bajo la conducción del presidente Maduro, podemos afirmar que la sociedad se formó unas expectativas negativas de su gestión. Solo 13% manifestó afirmativamente y 1,4% no respondió. La pregunta está incluida en el más reciente estudio de opinión pública nacional de la empresa Hercon Consultores, con un trabajo de campo realizado del 1 al 15 de febrero de 2021, mediante 1.000 entrevistas a electores en los todos los estados del país, para un error máximo admisible del +/- 3,05%.
Ahora bien, los nudos críticos entre otros que enfrentaría Maduro, si existe ciertas condiciones y unidad en la oposición serán las elecciones regionales, locales y el referéndum revocatorio 2022, los resultados serían demoledores en términos votación para revolución bolivariana. El madurismo no está interesado, primero, en que el referendo revocatorio contra Maduro se realice próximo año. Según los datos cuantitativos, visualiza que enterraría políticamente al socialismo siglo XXI, arrollador en su resultado.
Nuestras investigaciones de opinión públicas ratifican la acelerada pérdida del capital político por el que atraviesa Nicolás Maduro, su ausencia de liderazgo es algo inmanente en su naturaleza humana, realidad que deriva en la incapacidad del gobernante, se concierta como el principal responsable de la crisis económica, política, social, humanitaria…, crisis que se articulan afinadamente con la desconfianza en que el actual mandatario nacional pueda resolverlas con el devenir del tiempo. Contra toda lógica, Maduro apoya su ineficiencia y fracasos con un gritado discurso de las sanciones afianzaría la guerra económica como una significativa variable distorsionadora en su gestión, también se apoya en estrategias y tácticas para mantener la división en la oposición.
Según palabras de Nicolás Maduro, estaría dispuesto a salir del poder en 2022 con un referéndum revocatorio de su segundo cuestionado mandato, para lo cual ha invitado a los venezolanos a recoger las firmas para solicitar las elecciones plebiscitarias del cargo presidencial, según lo establece la Constitución nacional. Recordemos que este anuncio lo hizo por la cadena oficial Venezolana de Televisión (VTV) durante un acto para conmemorar el 199 aniversario de la Batalla de Carabobo que selló la independencia de Venezuela. Mientras, el director de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) aspira a que el gobierno de Joe Biden abra una negociación seria y directa con la administración de Nicolás Maduro para buscar una solución electoral al conflicto político venezolano, que puede ser la convocatoria de un referendo revocatorio presidencial, unas elecciones libres de gobernadores en 2022.
Los diálogos y negociaciones activados, parte de la clase política, gremios, sindicatos, sociedad civil, iglesia… se mueven en la búsqueda de una solución democrática y rescate del voto. Nada es fácil y más con el enemigo político que está en la acera del frente de batalla. No obstante, en la política todo es dinámico y cambiante, los intereses se imponen.
Marcos Hernández López / director – Hercon
Correo: [email protected]
Síguenos en Twitter: @Hercon44 / Herconsultores