Este lunes, en la plaza Bolívar del municipio Baruta, las conversaciones entre quienes habían acudido temprano a vacunarse, bien porque habían recibido el mensaje para la primera dosis o porque les correspondía la segunda, era sobre la vacuna rusa Sputnik V.
Cada cierto tiempo un adulto mayor se acercaba al encargado de organizar las personas en las sillas de espera y le preguntaba si había llegado ya la “rusa”. Con paciencia siempre respondía: “Aún no. Solo tenemos la china para la primera y segunda dosis”.
Una mujer, quien estaba acompañando a su hija a vacunarse, al escuchar lo señalado por el hombre comentó: “Mi mamá ya tiene 48 días desde que la vacunaron con la rusa y nada que la llaman”. Dijo que ella también estaba esperando por la segunda dosis de la Sputnik V, solo que en su caso “habían pasado nada más 23 días”.
“Ojalá llegue pronto porque si pasan los tres meses supongo que esperaran un tiempo y nos pondrán otra. He escuchado por allí que a falta de la Sputnik a los viejitos les está poniendo la china”, agregó.
Inmediatamente intervino una joven: “Yo estoy acompañando a mi novio. Él viene por la segunda dosis de la China, pero tienen que pasar justo los 21 días porque de lo contrario no te vacunan. Él vino el viernes y le dijeron que ´no”. Y no podía faltar el comentario sobre la vacuna rusa: “A mi mamá le dijeron que el 15 de agosto llegaban”.
En eso, una señora de la tercera edad les preguntó dónde termina la cola porque había “venido a ponerse la segunda dosis de la rusa”, a lo que ambas mujeres le respondieron: “Mejor pregunte porque creemos que no hay”. En efecto, luego de consultar regresó y les dijo desanimada: “No hay rusa”.
Historias como estas se escuchan en otros puntos de vacunación, así como en las redes sociales. De allí expertos del sector salud aseguren que el cronograma ha avanzado “lento y desordenado”.
Para el médico epidemiólogo y exministro de Salud, Rafael Orihuela, “el proceso de vacunación va muy lento y desordenado”. “No se visualiza todavía una aceleración certera. Hay dos grandes problemas: la desaparición y no llegada al país de la segunda dosis de Sputnik V que, como sabes, tiene como inmunoestimulante un adenovirus de estructura diferente. Por lo tanto, no es aplicable la primera como segunda dosis, el otro gran problema es la negativa del régimen a utilizar la vacuna de AstraZeneca, la más usada a nivel mundial”.
No hay una certificación clara de la segunda dosis
En febrero de 2021 se anunció el inicio del proceso de vacunación contra la COVID-19 en Venezuela y recientemente, un estudio de la encuestadora Delphos, realizado a 1.200 venezolanos mayores de 18 años, reveló que solo 8% de la población ha recibido al menos una de las dos dosis contra la enfermedad.
Sobre esta situación, el presidente de la Academia de Medicina de Venezuela (AMV), Enrique López Loyo, también considera que ha sido un proceso “muy lento”. “Está marcado por varias situaciones que tienen que ver no solamente, con la disponibilidad financiera para adquirir las dosis, sino con los propios mecanismos de contratación con las dificultades de los desarrolladores y productores de las vacunas que tienen que ver con proveer adecuadamente y a tiempo las contrataciones ya establecidas”.
Haciendo referencia a la encuesta de Delphos, López Loyo señaló: “No hay una certificación clara de la segunda dosis, pero en aquellos casos consultados daría para una aproximación de 4% de la población”.
Asimismo, el médico pediatra intensivista y secretario de la Academia Nacional de Medicina, Huniades Urbina, calificó de “desordenado” el proceso. “El programa de vacunación comenzó en febrero de 2021 y ha sido llevado de una manera un tanto desordenada y discriminatoria porque están obligando a la gente a que se registre en una página oficialista y luego de eso esperar a que la rueda de la fortuna te toque para ver si te envían un mensaje de cuándo te toca la vacuna. Un plan de vacunación no puede ser discriminatorio, aleatorio y tiene que ser un programa que conozca la población”, dijo.
“Nos falta 63% de la población por vacunar”
Desde finales de mayo, se ha observado retraso en la llegada de vacunas al país y eso ha generado demora en el cumplimiento de los tiempos establecidos, en especial de quienes ya cuenta con la primera dosis de la rusa.
Urbina indicó que no cuentan con información oficial, la cual es emanada por el Ministerio de Salud, sobre cuántas personas tienen la pauta completa de dos dosis o cuántas tienen una sola. “Lo que sí sabemos, a través de la página de la Oficina Panamericana de la Salud y otras páginas serias que llevan a nivel internacional el conteo de la población vacuna, que en Venezuela se ha vacunado hasta hace una semana 7% de la población, eso significa 1.800.000 vacunas en general, no se sabe si la primera o las dos dosis”, dijo.
Detalló que “si somos 28 millones de habitantes, nos falta 63% de la población por vacunar”. La información, de cuántas vacunas han llegado, agregó, “la va ofreciendo el ministerio a cuentagotas, pero haciendo el seguimiento de las alocuciones oficiales, han llegado entre 3.200.000 o 3.500.000 dosis, aproximadamente, porque no hay una información oficial de cuántas dosis llegan y cuántas se han aplicado. Todo lo vamos sabiendo por el boca a boca o a través de las encuestas que han realizado en los hospitales y Médicos Unidos de Venezuela”.
López Loyo refirió que, aunque se encuentra esperanzado en que pronto las cifras de vacunados aumenten, no solo Venezuela atraviesa por esta situación. “No hay certificación de cantidades, dado que esta debe ser una cifra que debe ser emitida de manera oficial y nosotros no nos atrevemos a hacer una proyección al respecto. La dificultad real de la provisión de dosis en Venezuela es un fenómeno que no solamente afecta a nuestro país, vemos también a Argentina, la cual se encuentra en esta situación”.
Indicó que el freno en la distribución de vacunas, en especial de la rusa, podría tener que ver con el aumento de casos en dicho país: “En Rusia la producción está limitada solo a la población interna, puesto que han tenido un pico significativo de la patología y han dado curso a una cobertura lo más posible a su población, lo cual ha dificultado el cumplimiento de la producción para la exportación y a cumplir los contratos que estaban pendientes”.
También, Urbina tiene la esperanza de que el programa de vacunación se estabilice. “Que la población sepa cuándo, cómo y con qué la van a vacunar. Esperamos que, a partir de agosto, que continúa el proceso de vacunación, se enmienden estos errores que ha tendido desde febrero hasta ahora el proceso de vacunación contra la COVID-19 en Venezuela”.
Protección se mantiene sin segunda dosis
Ante la preocupación de aquellos pacientes que ya expiraron en el tiempo de espera para colocación de la segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19, los expertos aclararon que la protección inmunológica se mantiene, podría bajar un poco el efecto de conformidad a la demora. Sin embargo, recientemente, el laboratorio encargado de producir la Sputnik V ha difundido un estudio donde reflejan que la demora podría favorecer la creación de anticuerpos.
Al respecto, el presidente de la AMV indicó que hay un estudio que ha sido publicado por la desarrolladora de la vacuna que extiende la espera a 180 días. “Entiendo que eso es muy conveniente para ellos, a la espera de que se pueda completar la producción y se extienda a los países que la necesitan. Sin embargo, según la información que ellos expresan, se refiere a los niveles de anticuerpos que aún se mantienen en niveles óptimos y que la extensión a más días de la segunda dosis produciría una mayor expectativa de producción de anticuerpos en una segunda fase y extendería, inclusive, según ellos, a más de un año la protección desde el punto de vista del Sar-Cov-2”.
No obstante, aclaró que desconoce la veracidad de dichos resultados: “Nosotros somos muy expectantes de esto. Desconocemos cuál es la situación real final y el tiempo de llegada, pero esperamos que las autoridades ya estén trabajando en esto. El hecho de que ya hayan generado una compra a través del mecanismo Covax de la Sinopharm y la Sinovac, habla de una expectativa de que se cambiaran los patrones de la formulación de vacunas que vendrán en los subsiguientes meses al país. No hay ningún registro, desde el punto de vista de anticuerpos y protección, donde se pierda un efecto de primera dosis”.
López Loyo explicó que la formulación rusa contiene en su primera dosis el adenovirus 26 que es idéntica a la única dosis de la Johnson & Johnson, por lo tanto, la protección se mantiene en el rango de 79% de efectividad”. “Igualmente, esta vacuna ha sido probada como muy efectiva frente a la variante delta que está amenazando a la República y que ya hay, de acuerdo con las autoridades, cuatro casos confirmados con la secuenciación completa del genoma viral”.
Urbina alertó que, según “información extraoficial de los usuarios, les están colocando una dosis de la vacuna china, cosa que hasta la fecha no hay ningún planteamiento serio basado en la evidencia que se pueda hacer la intercambiabilidad de los esquemas vacunales”.
Orihuela, recordó que la Abdala, la candidata a vacuna cubana, no ha reportado resultados positivos. “Ha encontrado problemas en su uso experimental como vacuna en Cuba y Venezuela. El gobierno cubano tendrá que explicar al mundo cómo es que se han sextuplicado los casos diarios de COVID-19 en plena ´vacunación´ masiva. Esto lo que traduce en primera instancia es que este producto no sirve. Si te fuiste de 1.000 a 6.500 enfermos por día, algo malo está ocurriendo”, dijo el exministro.
Me vacuné y me infecté: ¿Puedo ponerme la segunda dosis?
Ante la duda que algunos pacientes han tenido al contraer la enfermedad, luego de haber recibido la primera dosis de la vacuna, López Loyo recomendó: “Convencionalmente, las personas que tienen una primera dosis de vacuna y presentan una reinfección tienen que esperar al menos entre 15 a 20 días del último síntoma, y además tener una certificación de que no existan antígenos circulantes del virus, para poder colocarse la segunda dosis”.
Urbina recordó que “hay algo que se llama ‘la memoria inmunológica’, una vez que se puso la primera dosis de la vacuna, su organismo responde y hace un nivel de anticuerpos (útil). Lo ideal es que se cumpla con la pauta vacunal y las recomendaciones oficiales de cada laboratorio. Sin embargo, no se pierde el efecto de la primera dosis. Se recomienda que cuando la persona sufre la enfermedad, espere al menos un mes después de estar libre de sintomatología para que pueda colocarse la dosis correspondiente, bien sea la primera o segunda de la vacuna”.