El viernes 13 de noviembre, Yessica Vidal recibió un correo de Corposalud donde se le indicaba que había sido destituida de su cargo como enfermera asistencial del Hospital Central de Maracay (HCM). Insubordinación y falta de probidad fueron las razones que le dieron a Vidal, quien desde hace una década trabaja en ese centro de salud y desde 2017 es la presidenta del Colegio de Enfermería de Aragua.
Esto no es más que una medida de retaliación en mi contra por ser la voz de los enfermeros del estado Aragua, por exigir medidas de bioseguridad e insumos para nuestros enfermeros. Y a pesar de que estamos en plena pandemia con inmovilidad laboral y que los lapsos procesales están suspendidos, vienen y deciden destituirme pasando por encima de las leyes y de mis derechos, violentando los derechos de mis tres hijos menores de edad que dependen de ese sueldo y causando un daño porque, aunque ese sueldo es pírrico, es mi sueldo y me lo he ganado con los años de servicio que tengo de trabajo y lucha dentro de ese hospital, dice Vidal a HispanoPost.
La enfermera, quien asumió funciones gremiales en 2015 y el 5 de mayo de 2017 la presidencia de la junta directiva del colegio de enfermería de este estado, mantenía un permiso gremial remunerado que recibía quincenalmente desde hace cinco años, pero en mayo de 2020 no recibió su pago. A final de mes me dirigí al HCM y me indicaron que había un problema de nómina que me afectaba a mí y a otros 15 trabajadores y debía esperar. Hasta el sol de hoy no he recibido mi sueldo como trabajadora.
Un mes después, específicamente el primero de junio, recibió una notificación de Corposalud que llegó a su correo. Le informaban que habían abierto un proceso de destitución en su contra por insubordinación, falta de probidad y conducta inmoral.
El 13 de noviembre y nuevamente por correo electrónico, Corposalud se comunicó con Vidal. El escrito decía que fui destituida de mi cargo como enfermera asistencial del Hospital Central de Maracay por insubordinación y falta de probidad.
Y me pregunto por qué intentar callarme con una destitución cuando hay una realidad que nos toca a todos y el paciente es quien sufre las debacles que están atravesando los centros asistenciales del país, que hasta los exámenes de laboratorio tienen que hacerse en clínicas privadas. El sueldo que recibimos como personal no nos alcanza porque ni cubre el pasaje, mucho menos un tratamiento de cualquier enfermedad que podamos presentar, señala.
Vidal enfatiza que las condiciones que en pandemia tiene el Hospital Central de Maracay son iguales a las del resto de los centros de salud, realidad de la cual los enfermeros no escapan. Estamos en una situación de catástrofe, donde muchas veces no hay ni siquiera agua, ni gel antibacterial ni solución jabonosa, y donde en repetidas ocasiones no se cuenta con las barreras de bioseguridad, asegura.
Pero los centros de salud se levantan por la constancia y dedicación de todos los trabajadores, de todo el equipo multidisciplinario que hay dentro de un centro de salud y que todos somos necesarios. Pero enfermería es el corazón de los hospitales y sin enfermería los hospitales se caen, agrega.
El caso de Vidal, aunque se trata de una destitución, no es la primera vez que trabajadores de salud reciben algún tipo de amenaza por informar sobre las precarias condiciones en las que ejercen su labor. Por esta razón crearon el Monitor Salud, que constantemente da un balance de los insumos con los que cuentan 10 centros de Caracas. Además, está el reporte de Médicos Unidos de Venezuela sobre el personal de salud fallecido por COVID-19. Según su más reciente registro, habían muerto 254 trabajadores sanitarios, de los cuales 13 eran de Aragua.
A pesar de la medida en su contra, Vidal le dice al gremio: No deben sentir miedo por esto que me hicieron a mí, deben seguir denunciando las violaciones a sus derechos, a un sueldo digno, a la comida, al trabajo y a la vida.
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