Una drástica caída en los ingresos petroleros, hiperinflación y una liquidez limitada de divisas en el país son los factores fundamentales para que el precio del dólar siga aumentado y hoy en día se cotice por encima de los 700 mil bolívares, aseguró este jueves el economista y director de la firma Ecoanálitica, Asdrúbal Oliveros.
El señalamiento lo realizó en el foro ¿Qué está pasando con el dólar?, organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas. Durante su intervención, advirtió que todo lo que sucede con el tipo de cambio en Venezuela se debe exclusivamente a los desequilibrios que existen en la economía.
Lo primero que debemos analizar para entender lo que está sucediendo con el tipo de cambio hoy en día en Venezuela es el comportamiento de la economía desde el año 2014. Antes de la llegada del COVID ya la economía se había contraído 70%. Su volumen de exportaciones, y esto es una variable clave, había caído 71% y las importaciones 81%. El desplome de la producción petrolera venezolana, que no tiene precedente en nuestra historia, ha impactado y mermado la entrada de divisas al país de forma importante, y ese es el primer elemento para entender lo que está pasando con el precio del dólar, la contracción brutal del ingreso en divisas, detalló.
Explicó que un principio básico de la economía es que si hay una poca circulación de divisas, el bien se hace escaso y, por supuesto, aumenta su precio.
Nuestros cálculos nos indican que el ingreso petrolero ha caído 76% en base interanual. La capacidad del Estado, del Banco Central de poder extender un tipo de cambio no existe y en la medida que hay presión de demanda por esos dólares, el precio sube porque hay pocos dólares circulando, indicó.
Afirmó que las principales fuentes de liquidez de divisas en el país son la actividad petrolera, las divisas y la economía negra o ilegal, que existe en Venezuela y en cualquier país del mundo que tenga regulaciones cambiarias.
Oliveros precisó que el otro elemento relevante es la hiperinflación, la cual se mantiene en el país, a pesar de las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro que señalaron que este fenómeno económico había cesado.
La hiperinflación implica un crecimiento brutal de los precios, implica la perdida de la confianza en la moneda, con lo cual la gente no quiere los bolívares, los repudia. Si usted recibe bolívares es como una papa caliente y el ciudadano toma dos decisiones principalmente: o compra cosas que es lo que hace la mayoría de la población en Venezuela, o compra dólares, pero nadie guarda bolívares. Por lo tanto, siempre hay una creciente presión de demanda de divisas y eso hace que se incremente el tipo de cambio, puntualizó.
Sostuvo que el tercer elemento para que el tipo de cambio aumente es la caída en la oferta de divisas. Ya lo mencionamos por la caída del ingreso petrolero y a esto se le suma la disminución de las remesas que llegaban al país. Entonces al haber pocos dólares y mucha demanda, la tasa de cambio seguirá incrementando.
El precio actual está rezagado
Asdrúbal Oliveros explicó que en los últimos años en Venezuela el tipo de cambio ha crecido por debajo de la inflación. ¿Qué quiero decir con esto? Que los precios del resto de las cosas, de los bienes y servicios que todos demandamos, crecen más rápido que el tipo de cambio. Eso termina provocando que la tasa del tipo de cambio en Venezuela esté rezagada y a ese fenómeno los economistas lo llamamos apreciación de la moneda. Para septiembre el tipo de cambio de equilibrio, que evita ese rezago, estaba por el orden de los 740 mil bolívares por dólar y para este mes de noviembre ya está en 850 mil bolívares por dólar.
Indicó que, a pesar del incremento en el precio del dólar de los últimos días, el mismo se encuentra rezagado. Así que sigue saliendo barato comprar las divisas.
Al haber una diferencia entre la tasa de equilibrio y la tasa de mercado que todos compramos, la presión también se incrementa porque el dólar no está en su punto de equilibrio. Esta frase puede sonar antipática, pero el dólar en comparación con otros bienes está barato, con lo cual la demanda es alta y eso hace que en la medida en que ingresen bolívares al sistema la presión de demanda por dólares aumente, dijo.
El economista indicó que otro tema relevante cuando se habla del tipo de cambio es el colapso del Estado en Venezuela y el tema fiscal alimenta ese rechazo al bolívar.
Para que nosotros podamos salir de la hiperinflación, para que podamos tener estabilidad de precios y estabilidad en la tasa de cambio, debemos pensar en una reforma del Estado y una reforma profunda que haga a ese Estado sostenible. Hay un problema fiscal y mientras no lo resolvamos no podemos solucionar el problema de la hiperinflación y del tipo de cambio. Es imposible que un país tenga una economía en hiperinflación y el tipo de cambio no suba, eso no existe porque hay un precio y ese es el precio más importante de la economía, precisó.
Las transacciones en divisas mandan
En cuanto a las transacciones en divisas, Oliveros señaló que hay ciudades en Venezuela donde el bolívar es la excepción. En San Cristóbal manda el peso colombiano, 92,8% de sus transacciones son en moneda extranjera. En Maracaibo 91,5%, en Nueva Esparta 82,4%, Lechería 72,2%, Puerto Ordaz 59,3%, en Caracas 59,2%, Valencia 52,5%, Mérida 52,5%, Barquisimeto 51,9% y Maracay 49,1%, detalló.
Dijo que por la crisis económica en Venezuela hay una dolarización de facto y no descarta que la dolarización financiera tarde o temprano llegue. El tema de la dolarización financiera es un proyecto que tiene ya tiempo, que estaba bastante adelantado en algunos bancos, para generar una estructura de compensación paralela o privada con los dólares que se están depositando en la banca nacional,
Agregó que en este momento ese sistema tuvo un freno con una resolución que sacó el Banco Central que básicamente lo prohibió. Solo podemos decir que se encuentra en stand by. Creo que más temprano que tarde vamos a llegar a esa dolarización financiera, es decir, donde la banca juegue un rol importante. Eso puede pasar, pero no es ni de cerca la solución que Venezuela necesita. Eso más bien ayudará a facilitar transacciones, pero el problema base se mantiene, dijo.
El bolívar ha muerto
Por otra parte, el también economista y diputado de la Asamblea Nacional, José Guerra, quien fungió como moderador del evento del Observatorio Venezolano de Finanzas, aseguró que el bolívar ha muerto y no tiene recuperación.
El bolívar ha muerto no tiene recuperación, ya fue sometido a dos reconversiones monetarias, le quitaron ocho ceros. La próxima, si la hacen, tendrían que quitarle cinco ceros más, para sumar 13 ceros, con lo cual todos los atributos como moneda han desaparecido. Esto se plantea de manera siguiente, o se dolariza de derecho la economía, cosa que parece improbable, o se adopta una gran reforma económica que tenga como pivote una nueva moneda nacional en el contexto de un nuevo modelo económico, precisó.
Guerra coincidió con Oliveros al señalar que tarde o temprano la dolarización financiera llegará en Venezuela. Sin embargo, advirtió que el proceso debe realizarse de una manera muy clara y transparente porque, de lo contrario, en un futuro será muy difícil sacar esta figura de la economía para implementar una nueva moneda de curso nacional.
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