“Nunca pensé que iba a pasar tanto trabajo siendo una profesional”

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El 13 de marzo del año 2020 es una fecha que muchos venezolanos no podrán olvidar, ya que debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 la administración de Nicolás Maduro se vio en la obligación de aplicar una cuarentena radical para así evitar los contagios de tan peligrosa enfermedad. 

Luego de 5 meses de estricto confinamiento, las autoridades decidieron aplicar un plan de flexibilización denominado 7 + 7, que en su forma ampliada permite a más de 25 sectores económicos trabajar, siempre y cuando cumplan con todas las medidas y protocolos sanitarios correspondientes. 

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Sin embargo, existen algunos sectores económicos que no han podido iniciar actividades, porque no cuentan con el aval del Ejecutivo nacional y tampoco de las autoridades sanitarias.

Hispanopost conversó con una abogada, un vestuarista y un bartender, quienes contaron sus historias con el fin de hacer un llamado de atención que les permita regresar a una nueva normalidad controlada y, sobre todo, que los dejen trabajar para generar ingresos y así poder mantenerse ellos y a sus familias. 

Los ahorros se están agotando  

Karina Rodríguez es abogada en ejercicio, su especialidad es el derecho civil, que abarca los ámbitos como el laboral y mercantil. Desde el mes de marzo y debido a la cuarentena radical, los tribunales civiles, las inspectorías del trabajo y todo lo relacionado con esa área del derecho se encuentra detenido y eso no le permite poder cumplir con su trabajo. 

“La situación para nosotros los abogados es sumamente dura. En mi caso ejerzo el derecho de libre ejercicio, no estoy ligada a ninguna empresa. Antes trabajaba en la administración pública, pero los sueldos eran tan bajos que decidí montar mi propia oficina y trabajar por mi cuenta. Desde que se paralizó todo en marzo, hemos visto como seis meses después hay sectores a los que todavía no se les permite trabajar. Todos los tribunales que trabajan el derecho civil están paralizados y el Tribunal Supremo de Justicia no ha dicho absolutamente nada sobre el reinicio de actividades”, alertó. 

Explicó que, al comenzar a ejercer de manera particular, algunos de sus compañeros abogados y familiares le sugirieron realizar un fondo de ahorro para cualquier contingencia y gracias a eso es que ha podido vivir en los últimos meses. 

“Tenía unos ahorros guardados, pero ya se están agotando. La oficina que tenía tuve que entregarla porque no tenía como pagarla y me parece poco ético acogerme al decreto emitido por Nicolás Maduro de no pagar la cuota por el arrendamiento. Ahorita que comenzaron a trabajar los registros y las notarías espero comenzar a trabajar y así generar ingresos. Tengo una hija que iniciará el colegio en octubre y se ha hecho muy cuesta arriba conseguir el dinero para la inscripción y el pago de la mensualidad”, reveló.

Al ser consultada si se ha visto obligada a ejercer algún tipo de actividad que no fuera el derecho para generar ingresos, indicó que hasta la fecha no lo ha hecho. “Gracias a dios no he tenido que ejercer la economía informal, pero tengo a muchos colegas abogados que lo están haciendo”, dijo. 

“Siempre me he especializado en el derecho civil, pero hace unas semanas me vi en la obligación de tomar un caso penal porque esos tribunales si están trabajando y muchos de ellos lo hacen por guardia. Así que no me quedó más remedio que defender a una persona por agresión y gracias a dios todo salió muy bien. La verdad nunca pensé que pasaría tanto trabajo siendo una profesional, pero bueno el tema de la pandemia es algo que escapa de las manos y tendremos que convivir con ello hasta que se consiga una vacuna”, indicó. 

Hoy dependo de mi familia 

Otro de los sectores que se ha visto sumamente afectado por la pandemia ha sido el del entretenimiento. El entrevistado en este sector pidió mantener su nombre en reserva, para no preocupar a su familia. Sin embargo, utilizaremos un nombre ficticio de para poder darle sentido a la historia. 

Alejandro se ha desempeñado como vestuarista en los principales canales de televisión del país. Radio Caracas Televisión, Venevisión, Televen y las salas de teatro del país le han permitido desarrollar una carrera de 25 años dentro de la industria del entretenimiento. 

A partir de marzo, todas las salas de teatro fueron cerradas. Los canales de televisión se encuentran trabajando con un mínimo de personal y muchos de los trabajadores fueron enviados a sus casas con suspensión de sueldos, lo que ha hecho que la vida de Alejandro sea sumamente difícil en los últimos meses. 

“La verdad es que la vida me cambió de la noche a la mañana. Yo soy diseñador, hago vestidos de novia, para fiestas, diseño vestuarios para obras de teatro y para películas de cine. Tengo muchos años trabajando en mi oficio, además es algo que me apasiona. Hace dos años me fui del país buscando una mejor calidad de vida, pero no pude conseguir una buena oportunidad de trabajo y decidí regresarme”, contó. 

Agregó que, a pesar de la crisis, “no podía decir que me iba mal, porque diseñaba y me pagaban muy bien, igualmente hacía mi trabajo en el teatro y la verdad tenía todos los gastos bajo control”. “Sin embargo, todo esto está paralizado y el gobierno no quiere abrir ni los cines, ni los teatros y la gente tampoco está haciendo fiestas, bodas, ni nada por el estilo. Por lo tanto, mis ingresos cayeron a cero”, explicó. 

Dijo que con mucho esfuerzo pudo adquirir una propiedad, la cual le generaba ingresos por el alquiler, pero debido a las medidas tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro no puede cobrar el dinero del arrendamiento y, a pesar de hablar con los inquilinos de buena fe, no ha podido convencerlos de que paguen. 

“Las personas a las que les tengo alquilado el inmueble se dedican al comercio y bueno, lamentablemente, a ellos tampoco les está yendo bien. Ahorita sobrevivo gracias a la caridad de un hermano que tengo en el exterior, que cuando tiene oportunidad me envía dinero y con eso lo que hago es comprar alimentos. No te voy a negar, la situación me tiene muy deprimido. He tratado de refugiarme en amigos y familiares para no volverme loco, pero todos los días me levanto y le pido a Dios para que volvamos otra vez a la normalidad”, señaló. 

Alejandro aseguró que esto es una experiencia que marcará su vida para siempre y de la cual ha aprendido mucho. “Ahorita sé quien está conmigo, quienes son mis amigos. A mi hermano le debo todo y cuando todo esto pase, le prometí que le pagaría hasta el último centavo porque uno no sabe cuándo lo volveré a necesitar”, finalizó. 

Caí en la economía informal  

Michael Graterol estudio para ser un bartender profesional. Desde hace muchos años trabaja en lo que se denomina la “movida nocturna caraqueña”. Sin embargo, luego de marzo su trabajo cambió por completo. 

“Trabajaba en una discoteca de jueves a sábado como bartender. El sueldo era bueno y con las propinas podía cubrir tranquilamente mis gastos y los de mi familia, pero la cuarentena nos cambió la vida a todos. La única que está feliz es mi esposa porque ya no tengo que trabajar de noche, pero la verdad a mí me encanta mi trabajo y quisiera retomar mis actividades a la brevedad posible”, señaló. 

Admitió que desde mayo se tuvo que dedicar a la economía informal porque los ahorros que tenía se agotaron y no estaba entrando ningún tipo de ingreso a su casa. 

“El poco dinero que me quedaba decidí invertirlo y comprar licores para venderlos aquí en el edificio donde vivo y por delivery para los amigos. Como conozco a los distribuidores los contacté directamente y puedo comprar a un mejor precio, y eso es lo que me ha dado para vivir en estos últimos meses”, dijo. 

Reconoció que es un riesgo la actividad que realiza, ya que no tiene una licencia para expender bebidas alcohólicas, pero está consciente que es algo que hará de manera temporal. 

“Tenemos que sobrevivir de alguna manera. Como soy profesional en mi trabajo, vendo a los amigos y los vecinos. Trato de no venderle a gente desconocida y mucho menos a menores de edad. A veces los chamos en el edificio me llegan con los dólares y la verdad no les vendo, porque estoy consciente que le puedo hacer un daño. La verdad yo no voy a vender licor en mi casa toda la vida, así que espero que esto pase para volver a mi trabajo”, aseguró. 

Todos los consultados pidieron al Ejecutivo nacional que de una vez por todas realice una flexibilización amplia de todos los sectores económicos del país, y aclararon que están dispuestos a trabajar con todas las medidas de seguridad necesarias. 

“Necesitamos trabajar porque si no nos mata el coronavirus, nos mata el hambre”, sentenció uno de los entrevistados.

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