Aislados. Sin respuestas y desorientados. Así se sienten los padres de Ángela Aguirre, la joven de 16 años de edad que, de acuerdo con información extraoficial, fue asesinada y abusada sexualmente en el estado Bolívar el 23 de marzo cuando fue a celebrar el cumpleaños de José Alberto Cedeño en el Club Ítalo, ubicado en esa entidad.
Pese a las múltiples versiones que se han manejado del caso, Daniel Aguirre exige justicia casi a ciegas y sin tener conocimiento de cómo actuar ante las situaciones que se le presentan: Como padres no sabemos si le dimos cristiana sepultura a nuestra hija porque el Cicpc nos dio el féretro sellado y con el precinto de seguridad amarillo de la policía científica. En la única oportunidad que pudimos ver el cuerpo fue cuando la estaban sacando del agua en el Club Ítalo y, a ciencia cierta, no sabemos si nos entregaron a nuestra hija y nosotros teníamos el derecho de reconocer el cuerpo .
Aguirre asegura que, sin embargo, él y su esposa realizan todos los trámites que están a su alcance para exigir justicia. Estamos atravesando una situación como padres para la cual nadie se prepara. Nadie tiene una cartilla debajo del brazo para saber cómo actuar. Además, nosotros desde el primer momento en que nos enteramos de la muerte de nuestra hija fuimos aislados por el sistema judicial. En principio, estuvimos varias horas retenidos en el Región Estratégica de Investigación Penal ( Redip), y cuando fuimos al Cicpc no nos informaron nada. Finalmente, cuando salimos de esa policía, nos enteramos de la información que se manejaba porque el director general de la policía científica, el comisario Douglas Rico, declaró al respecto. Pero a nosotros se nos limitó el derecho a saber de nuestra hija.
El padre de Ángela Aguirre solicita que la verdad del caso salga a la luz pública: Que quienes tengan culpa en el suceso de mi hija paguen. Hasta la fecha nunca se nos ha informado ni siquiera de los resultados de la autopsia, pero todo indica que lo que ocurrió con ella fue un homicidio, no un accidente.
Los presuntos implicados
Hay siete personas que fueron apresadas por funcionarios del Cicpc y que el domingo 14 de abril en la madrugada fueron privadas de libertad. La juez Andrea Bompart dictó privativa de libertad para todos los presuntos implicados en el asesinato de la adolescente. El caso que es llevado por el Tribunal de Violencia contra la Mujer, en Ciudad Guayana, por decisión del Tribunal Supremo de Justicia.
Tras más de 12 horas de audiencia la juez decidió que a José Alberto Cedeño, de 18 años, le fueran imputados los cargos de feminicidio, abuso sexual, suministro de sustancias a una menor de edad y omisión de auxilio y socorro. A las otras seis personas, que son José Zorrilla, tío de José Cedeño y dueño de la lancha, Glauder Zorilla, de 19 años de edad; Orlando Salazar, de 35 años, Wilmer Díaz de 30 años de edad, Dayana Nicieza, de 28 años y Joselyn Barreto, de 18 años; les fueron imputados los cargos de cómplices necesarios en feminicidio y omisión de socorro.
El centro de reclusión asignado para las mujeres es el Centro de Coordinación Policial (CCP) Ramón Eduardo Vizcaíno, ubicado en San Félix, estado Bolívar, y a los hombres se les asignó el Internado Judicial de Vista Hermosa, ubicado en Ciudad Bolívar. Pero las abogadas solicitaron que permanezcan en los calabozos de la Subdelegación del Cicpc de Ciudad Guayana, pues de ser trasladados a la cárcel sus vidas correrían peligro.
La periodista de sucesos radicada en el estado Bolívar, Pableysa Ostos, informó a qué se dedican los presuntos implicados.
José Zorrilla: dueño de la lancha La Kaki. Se dedica al sector transporte.
Glauder Zorrilla: hijo de José Zorrilla. Estudiante de cuarto semestre de Ingeniería mecánica.
Joselyn Barreto: novia de Glauder Zorrilla.
José Alberto Cedeño: estudiante de Administración de Empresas. Su madre asegura que el joven tenía una relación amorosa con Ángela Aguirre.
Dayana Nicieza: trabaja en un laboratorio de bioanálisis y cursos estudios de Criminalística.
Orlando Salazar: mecánico. Es amigo y empleado de José Zorrilla.
Wilmer Díaz: trabajador de Sidor.
A 23 días del asesinato de Ángela Aguirre sus familiares agotan todos los recursos necesarios para exigir justicia. Daniel Aguirre, padre de la joven, se limita a declarar lo mínimo del caso para no entorpecer las investigaciones. Hay unos factores negativos que mal ponen a la niña, pues hay versiones que indican que era prepago. Como hombre digo que ni que Ángela fuera la peor mujer del mundo merecía morir de esa manera, manifestó.