La semana pasada Nicolás Maduro anunció la aprobación del fondo nacional de prestaciones sociales ancladas al Petro para los trabajadores del sector público, decisión acogida con escepticismo por el movimiento sindical independiente.
«Maduro ha engañado muchas veces a los trabajadores. Un ejemplo fue fijar en medio Petro el salario mínimo», manifestó Marlene Sifontes, directiva del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional de Parques.
La dirigente indicó que está muy lejos del valor del Petro el salario mínimo actual, cuya depreciación es constante por el impacto de la inflación y la devaluación.
Precisó que las prestaciones sociales son ínfimas debido a los bajos sueldos que devengan los empleados públicos.
Sifontes advirtió que las prestaciones sociales acumuladas en bolívares de funcionarios con larga carrera en la administración pública pueden estar en el equivalente de 60 u 80 dólares, pero ese dinero se deprecia rápidamente.
Recordó que a partir de la reconversión monetaria de agosto de 2018, las prestaciones sociales se pulverizan cada vez más.
La Ley Orgánica del Trabajo establece que el empleador debe depositar en la cuenta individual de cada trabajador el equivalente a cinco días mensuales de salario por concepto de prestaciones sociales.
La sindicalista de Inparques destacó que en el sector público la gran mayoría de los trabajadores gana salario mínimo o un poquito más, por lo que el aporte patronal es muy pequeño.
Maduro señaló que había ordenado la instalación inmediata del fondo en un proceso que persigue la protección y recuperación de las prestaciones sociales de los empleados públicos.
Antonio Suarez, presidente de la Federación Nacional Unitaria de Empleados Públicos, considera que el trasfondo de la medida está en «la inminente reconversión monetaria que viene».
El representante de Fedeunep manifestó que el fondo es bienvenido si con él se impide un nuevo derrumbe del valor de las prestaciones sociales por efecto de la nueva reconversión monetaria.
Destacó que los montos actuales de prestaciones sociales son muy pequeños como consecuencia de que los salarios son sumamente bajos. De allí la necesidad de que ese dinero no se pulverice más con una reconversión.
«Habrá que esperar que el decreto correspondiente salga publicado en Gaceta para conocer exactamente el alcance y las condiciones de esa medida del Ejecutivo», expresó Suárez.
Maduro también convocó a las cajas de ahorros de los empleados públicos en los organismos a evaluar sus potencialidades con miras a prestar mejores servicios de auxilio financiero y convertirlas en verdaderos instrumentos de crédito para los beneficiarios. Agregó que los montos de las cajas de ahorros también van anclados al Petro.
Al respecto Sifontes sostuvo que la reconversión monetaria de 2018 golpeó duramente los haberes de los trabajadores en las cajas de ahorros, las cuales además están quebradas y solo prestan ayuda en la venta de bolsas de alimentos y el seguro funerario.
«Los créditos en las cajas de ahorro se acabaron a diferencia del pasado cuando mediante préstamos con intereses bajos, los trabajadores podían adquirir viviendas y vehículos entre otros bienes».