Cuando faltaban horas para que culminara la misión de la Organización Internacional del Trabajo, que después de 24 años reestableció en Venezuela el esquema tripartita (gobierno, empresarios y sindicatos) en las discusiones laborales, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, dio la instrucción a sus colegas diputados de la Comisión de Desarrollo Social de darle prioridad a la discusión de las legislaciones que quedaron pendientes de la Ley Orgánica del Trabajo y los Trabajadores, que fue aprobada en 2012 por orden del presidente Hugo Chávez en el marco de una campaña para reelegirse por tercera vez, señala el semanario Exclusivas Económicas.
El PSUV en la Asamblea Nacional se divide entre reformar la Ley del Trabajo de 2012
De acuerdo con la publicación, en la lista aparecen proyectos de leyes derivadas para labores del hogar, trabajadores a domicilio, motorizados, deportistas, agricultores, transportistas, navegación marítima, fluvial y lacustre, aviación, artistas y todo el sector cultural y personas con discapacidad.El detalle se presenta porque la dolarización y el deterioro salarial ha mostrado la casi desaparición de todos los beneficios que consagró la Ley de 2012, comenzando por la retroactividad en el pago de las prestaciones sociales que fue la promesa hecha por Chávez para ordenar derogar la legislación vigente desde 1997, agrega el semanario.
En el chavismo, según Exclusivas Económicas, el tema laboral genera divisiones porque un grupo liderado por el propio presidente del parlamento y funcionarios del Gobierno son partidarios de un pragmatismo que puede llegar hasta matar el legado de Chávez si eso se traduce en el control del poder. En ese sentido, están ganados a una reforma laboral, pero un grupo de parlamentarios como Pedro Infante, Ángel Rodríguez y Jesús Faría, presidentes de las Comisiones de Desarrollo Social, Energía y Petróleo, y Economía y Finanzas, respectivamente, ponen resistencia a cualquier reforma; sobre todo, porque están vinculados a grupos sindicales o laborales.