El régimen de Nicolás Maduro anunció y celebró con bombos y platillos el arribo al país del cargamento de 1,5 millones de barriles de gasolina desde Irán, pero ese combustible no llegará a todas las estaciones de servicio, aseguraron fuentes del sector petrolero que pidieron guardar su nombre en reserva.
«La fuerte restricción impuesta por los militares para el despacho del carburante a los vehículos continuará, al igual que las enormes colas de carros en las pocas bombas que venden gasolina», sostuvo uno de los consultados.
Desde el pasado 12 de marzo, cuando el problema del desabastecimiento se agudizó, solo 5% de 1.200 estaciones de servicio en el país venden gasolina al público y en lo que Caracas es la prioridad. «Actualmente, en la capital 12 de 120 bombas despachan gasolina, pero habilitarán 10 más para despachar gasolina iraní aledañas a zonas populares para calmar el ánimo de la gente», precisó una de las fuentes.
Agregó que en el interior del país todavía se desconoce si abrirán expendios adicionales a los que operan en el presente: 1 o 2 bombas en las grandes ciudades de los estados.
Las fuentes precisaron que la gasolina iraní estaría disponible en las estaciones de servicio partir del fin de semana, porque lleva su tiempo la descarga de combustible de los barcos en las refinerías de donde se despacha hacia las plantas de llenado y de allí -a través de camiones cisterna- a las bombas.
Concesionarios de estaciones de servicio revelaron que cada expendio abierto para la venta de gasolina «es el feudo particular del oficial militar superior al mando y este impone sus propias reglas del juego. Petróleos de Venezuela ya no tiene el control sino la ZODI (Zona Operativa de Defensa Integral)».
Esto explica, señaló uno de los consultados, que algunos vehículos y motos cargan gasolina 2 y 3 veces al día a diferencia del conductor común, obligado a hacer colas de 20 horas o más para comprar 20 litros del combustible.
Las fuentes insistieron en que el cargamento de gasolina iraní alcanza para cubrir el consumo interno (entre 80.000 y 100.000 barriles diarios) durante tres semanas máximo.
«El deterioro por falta de mantenimiento e inversión en las refinerías del país obligó a Pdvsa a importar cada vez mayores volúmenes de gasolina -hasta 70.000 y 80.000 barriles diarios los últimos 3 años – pero ese flujo se interrumpió con las sanciones de Donald Trump contra el régimen de Maduro», explicó una de las fuentes.
El auxilio Iraní se debe a las mayores dificultades de Maduro para traer gasolina a Venezuela.
Sobre la noticia de que los barcos iraníes también trajeron un cargamento, cuyo volumen se desconoce- de alquilato, una de las fuentes refirió que ese componente es para elevar el octanaje de la gasolina, lo cual ayudará a mejorar la calidad de los 20.000 barriles al día que produce la refinería de Amuay (estado Falcón) , garantizando un suministro de 30.000 barriles diarios de un combustible dentro de las especificaciones técnicas a las estaciones de servicio.
«Las plantas de alquilación de las refinerías venezolanas están paralizadas por la falta del catalizador que se emplea para obtener el alquilato. Ese catalizador es muy costoso y escaso y las empresas que lo producen temen a la reacción de Washington si violan las sanciones contra Maduro», precisó un informante.
Las fuentes destacaron que Pdvsa apresura los trabajos en la refinería Cardón (Falcón) con el fin de producir 30.000 barriles por día de gasolina y depender menos de las importaciones, pues cada vez será más difícil traer volúmenes del exterior ante el cerco de Estados Unidos por las sanciones contra Irán y Venezuela.
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