Osmel Manzano, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para países andinos, afirmó que son tres los elementos que deben ser puestos en consideración a la hora de hablar sobre la política petrolera en Venezuela: “La descarbonización, la licencia social y, finalmente, el peso del petróleo en la economía venezolana, que ha sido un eterno debate. Un poco para hablar sobre dónde estábamos en el pasado”.
El experto conversó sobre el proyecto del BID, llamado “Tres desafíos para la política petrolera en Venezuela”, durante el foro que ofreció el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), donde se presentaron propuestas para resolver la crisis económica de Venezuela. En este caso concreto, lo referido al sector petrolero.
Puntualizó que uno de los retos para la industria petrolera venezolana “es que el petróleo no será un efecto de arrastre significativo para la economía por el estado actual”. Por lo que aconsejó no depender del sector petrolero en la recuperación de la economía nacional: “Hay que incluir otros sectores, estamos en un contexto donde los países están buscando consumir menos petróleo”.
Manzano dijo que, en cuanto a la descarbonización, se refiere al Acuerdo de París donde Venezuela firmó su aprobación. Indicó que, según el modelo de estudio basado en las áreas analizadas en 2015, “si la temperatura del mundo va más allá de 3° quiere decir que estamos consumiendo cualquier cantidad de petróleo y eso hace que el precio del petróleo se dispare”.
Sobre la aplicación de estos escenarios posibles para Venezuela, sostuvo que “solo en los escenarios donde se vayan cumpliendo los acuerdos de París, podemos llegar a un pico de crecimiento y luego tenderá a la baja. Venezuela es de los países que genera mayor peso muerto por tema fiscal en América Latina”.
El doctor en economía destacó que cerca de 50% de la población venezolana considera la explotación de petróleo y gas como positiva. “Dependiendo de cómo hagas política a lo interior, ese mercado se va potenciar. De la noche a la mañana no vamos a dejar de ser productores de petróleo. En el país tenemos el nivel de aceptación más alta de América Latina”.
Detalló que la competitividad será clave en la producción de petróleo venezolano y que la tecnología podría ser de gran ayuda. “Aunque es un piloto en muchos países del mundo, todavía se está probando porque los costos son muy elevados. La sociedad venezolana considera positiva la industria, pero demanda mayor transparencia por parte del gobierno y las empresas».
Medición de aprobación
Manzano detalló los resultados de las recientes encuestas realizadas por Consultores 21 sobre la aprobación o no de los venezolanos hacia la explotación de petróleo y gas. Dijo que a la pregunta ¿cuál es el problema sobre la justicia distributiva?, “47,2% de los venezolanos afirman que la distribución de los beneficios de la extracción de petróleo y gas es ‘muy injusta’. Este es el número más alto, por mucho, en toda la región andina”.
Asimismo, “Venezuela tiene una percepción de 31,3% de ‘muy en desacuerdo’ con que la industria de petróleo y gas no escuchan a las comunidades adyacentes». El economista explicó que la desaprobación tiene que ver con que “nuestros multiplicadores de la industria petrolera actuales son fiscales y no de producción”.