Joe Biden tomó posesión como el presidente número 46 en la historia de Estados Unidos. El juramento fue administrado por el presidente del Supremo, John Roberts. Curiosamente, Biden fue uno de los 22 senadores, todos ellos demócratas, que votaron en 2005 en contra del nombramiento de Roberts.
Minutos antes, la vicepresidenta, Kamala Harris, había jurado el cargo, en su caso con la jueza del Supremo Sonia Sotomayor, la primera hispana en alcanzar el puesto de magistrado en la institución.
«La democracia ha prevalecido», señaló el nuevo presidente de EEUU. «Ésta es una nación grande, de buena gente» y «tenemos que construir, mucho que sanar y mucho que ganar». «Derrotaremos al supremacismo blanco y al terrorismo interno», dijo.
Biden también llamó a la unidad: «Sé que hablar de unidad parece la tontería de un loco estos días». «La unidad es el camino a seguir», señaló en otro momento del discurso. «Y debemos enfrentar este momento como los Estados Unidos de América», enfatizando la palabra «unidos». «Tenemos que acabar esta guerra incivil» y «todos tenemos la responsabilidad de defender la verdad y combatir la mentira».
El demócrata agradeció la presencia de sus predecesores -entre los que no se encontraba Donald Trump, que ya está en Florida-. Bill Clinton, George Bush y Barack Obama sí asistieron al acto del Capitolio.
«Los mejores ángeles siempre han prevalecido», insistió Bien, apuntando a que las «fuerzas que nos dividen son reales y profundas, pero no son nuevas».
Biden también ha querido recalcar: «Seré el presidente de todos los americanos». Una llamada más a la unidad, frente a la división que caracterizó el mensaje de la anterior Presidencia.
«Saldremos de ésta unidos, recuperaremos nuestras alianzas y volveremos a reconectar con el mundo», en lo que es un mensaje claro sobre la diplomacia internacional