Este domingo 25 de abril, Venezuela conmemorará un nuevo Día Nacional del Bioanalista y a propósito de la fecha el gremio de los profesionales del bioanálisis alza su voz para exige mejores salarios y condiciones de trabajo, mejoramiento de la infraestructura y dotación de implementos para desempeñar su labor; así como la descentralización de pruebas para la detección de la COVID-19 y demás equipos de bioseguridad para su protección.
El presidente del Colegio de Bioanalistas de Carabobo, César Sánchez, elevó la solicitud al Estado venezolano para que las pruebas sean descentralizadas: “Estamos exigiendo que las pruebas de laboratorio para la determinación de la COVID-19 en sus cuatro variantes -serológicas, tanto rápidas como cuantitativas, las de detección de antígenos y las PCR- sean descentralizadas y se puedan realizar en muchos laboratorios para que se transparenten las estadísticas de estas pruebas. Además, que cada centro hospitalario donde haya personas ingresadas por COVID-19 disponga de biología molecular porque es muy importante para monitorear a los pacientes”.
Explicó que el monitoreo de un paciente con COVID-19 debe responder a una serie de estudios de bioanálisis para poder asegurar su pronta recuperación. “Para combatir la COVID-19 no solo es necesario la realización de pruebas relacionadas con la enfermedad, sino también pruebas de laboratorio que permitan monitorear al paciente. Es decir, el laboratorio tiene que contar con toda la batería de pruebas hematológicas, bioquímicas, microbiológicas y de inmunodiagnóstico para que ese paciente pueda ser atendido debidamente en su centro de salud y mejorar sus posibilidades de sobrevivencia a este flagelo de la COVID-19”.
La directora de la Escuela de Bioanálisis de la Universidad de Carabobo, Doris Nobrega, reiteró que la ausencia de un plan de vacunación que asegure pronta protección ha influido negativamente en el desempeño del bioanálisis en Venezuela. “En nuestras manos recae llevar a cabo todos los análisis necesarios para el seguimiento y pronóstico de los pacientes, pero desafortunadamente las políticas del Estado han sido muy deficientes, dejando al equipo de salud muy desprotegido para su ejercicio profesional”.
Requirió la inclusión de los bioanalistas en el programa de vacunación contra la COVID-19: “Es urgente que el Estado garantice vacunación a todos los miembros del personal sanitario; así como a los profesionales en formación que están por egresar y que también participan en el ámbito asistencial, quienes además constituyen la generación de relevo ante la gran cantidad de bioanalistas que han emigrado”.
Formación en penumbras
Nobrega aseguró que en ámbito académico desde hace varios años la situación de los bioanalistas también se ha visto desmejorada. “La situación de los bioanalistas en Venezuela se ha venido deteriorando paulatinamente y esto se refleja en el ámbito universitario. Los deficientes presupuestos universitarios han afectado notablemente la formación de profesionales”.
Aseguró que las universidades al carecer de las condiciones mínimas para llevar a cabo el proceso educativo, contar con equipos en buen estado, reactivos e insumos de laboratorio y servicios básicos como agua y electricidad, aunado a los deficientes salarios del personal universitario, “ha provocado no solo una deserción estudiantil cercana a 25% y una diáspora de personal docente, administrativo y obrero, sino que también ha repercutido en la prosecución académica estudiantil”.
Agregó que desde el comienzo de la pandemia esta situación se ha agravado. “La naturaleza de nuestra profesión hace necesario manejar procesos educativos bimodales o semipresenciales y esto ha sido bastante complejo de implementar en las condiciones actuales. Sin las condiciones mínimas necesarias, tales como la dotación de equipos de protección personal, desinfección permanente de los ambientes universitarios y vacunación de estudiantes y miembros del personal, se hace imposible proseguir las actividades presenciales”.
Profesión cada día más crítica
Por su parte, el bioanalista y profesor universitario Elvis Marín, denunció que en gran parte de los laboratorios públicos del país la escasez les dificulta ejercer el bioanálisis. “La escasez de reactivos, insumos, malas condiciones en las infraestructuras de los laboratorios, la falta de mobiliario ergonómico y un sueldo totalmente pulverizado han hecho que los bioanalistas, en muchos casos, renuncien a sus cargos a nivel público y los que aún quedamos, trabajamos en las peores condiciones. Solo el amor a nuestra profesión y a nuestros pacientes son los que nos mantienen o motivan a seguir asistiendo”.
Detalló que en el caso del sector privado los altos costos para la adquisición de reactivos e insumos han hecho que muchos laboratorios cierren sus puertas al no poder manejar estructuras de costos rentables. “A esto se le suma la alta migración de colegas, lo que hace que nuestra profesión cada día esté más crítica”.
Dijo que frente a la pandemia de la COVID-19, “debido a la poca y mala dotación de material de bioseguridad, estamos muy expuestos a contagiarnos”. “De hecho, ya se han reportado bioanalistas y asistentes de laboratorio infectados, incluso algunos han perdido la vida, lamentablemente”, afirmó.
Las condiciones necesarias
Sánchez apuntó que el gremio necesita “condiciones de trabajo dignas, laboratorios bien dotados, pruebas de laboratorio suficientes y, sobre todo, que se solucionen las trabas políticas y que, de inmediato, se vacune a todo el personal del sector salud, no solo de los centros públicos sino también privados que están enfrentando esta pandemia”.
“Exigimos es que provean de material de bioseguridad a todo el personal de salud, incluidos los bioanalistas, no solo el hidroalcohol sino mascarillas, trajes, gorros y todo lo que se requiere para trabajar con seguridad”, indicó.
“Es importante que el bioanalista en su sitio de trabajo, al igual que los demás profesionales de la salud, que tenga seguridad, transporte y servicios públicos en el laboratorio. Un laboratorio o ambulatorio que no tenga agua varios días, como sucede a veces en Valencia, o con fallas de luz constantes dificulta nuestro trabajo”, expresó Sánchez.
También pidió que la gratuidad de la salud sea una realidad, “no como en este momento vemos a las personas obligadas a acudir a laboratorios privados porque en su centro de salud público no existe esa posibilidad”. “Vemos todavía a personas trasladando muestras biológicas en condiciones inadecuadas, en transporte público o caminando por las ciudades del estado Carabobo, situación que se repite en muchos estados de Venezuela”, concluyó el presidente del Colegio de Bioanalistas del estado Carabobo.