La petrolera estadounidense Chevron presentó declaraciones de impuestos por valor de unos 300 millones de dólares al gobierno venezolano en 2024 a pesar de las sanciones, informó la agencia de noticias Bloomberg.
Chevron presentó documentos en los que establecen que sus empresas en Venezuela debían 8.100 millones de bolívares al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en marzo de 2024 bajo su nombre registrado en el país, Chevron Global Technology Services Company, según documentos revisados por Bloomberg News.
“Chevron lleva a cabo sus negocios en Venezuela en cumplimiento de todas las leyes y reglamentos aplicables”, dijo el jueves el portavoz Bill Turenne.
Cualquier forma de pago al gobierno venezolano supondría una violación directa de la exención de sanciones concedida a Chevron por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos.
La Licencia General 41 prohíbe a la petrolera estadounidense pagar impuestos, regalías o dividendos de cualquier tipo a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) o a cualquier otra entidad controlada por el Estado. También le prohíbe vender petróleo fuera de Estados Unidos o ampliar sus operaciones.
En las presentaciones ante el Seniat, la empresa Petropiar de Chevron presentó el equivalente en bolívares de unos 217 millones de dólares en concepto de impuesto sobre la renta en 2023. Asimismo, su empresa Petroboscan presentó 83 millones de dólares, indica Bloomberg.
La perforadora estadounidense tiene otras dos empresas con la estatal energética venezolana y una participación minoritaria en las cuatro, indica una nota publicada por la agencia de noticias este 16 de enero.
La ley de hidrocarburos de Venezuela también obliga a las empresas a pagar un tercio de su producción en regalías, así como otros impuestos.
Es probable que la relación de Chevron con Venezuela sea objeto de un intenso escrutinio por parte del presidente electo Donald Trump, que ha prometido adoptar una línea más dura contra la administración de Maduro de la aplicada por Joe Biden.
El presidente saliente suavizó las restricciones a la producción de petróleo de Chevron en 2022 después de que Maduro reanudara las conversaciones con la oposición sobre la celebración de elecciones democráticas. Estados Unidos lidiaba con una inflación que estaba en un máximo de décadas en ese momento, impulsada en parte por los altos precios del petróleo.
En un comunicado de prensa después de que se emitiera la licencia, el Departamento del Tesoro dijo que era parte de su política de larga data “apoyar la restauración pacífica de la democracia, las elecciones libres y justas, y el respeto de los derechos y libertades de los venezolanos”.
Ahora que Maduro inicia su tercer mandato, la industria petrolera es el principal motor que mantiene a flote la economía venezolana.
El suministro de divisa fuerte por parte de operadores extranjeros como Chevron ha desempeñado un papel fundamental a la hora de llevar la inflación de Venezuela a nuevos mínimos.
Analistas estiman que la producción de Venezuela puede aumentar a un millón de barriles de petróleo al día en 2025, antes de estancarse al año siguiente.
Como consecuencia de las sanciones estadounidenses, Maduro elaboró en 2020 la llamada “ley antibloqueo”, que permite al gobierno modificar las empresas conjuntas entre el Estado y compañías privadas sin hacer divulgaciones públicas.
Dos años después, el mandatario venezolano concedió a Chevron un mayor control de las operaciones para ayudar al país a pagar su deuda con la empresa y aumentar la producción. Esto supuso una sorprendente desviación de la política de control estatal sobre la preciada industria energética del país, que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.
El gobierno estadounidense ha permitido que otras grandes petroleras sigan comprando y produciendo crudo venezolano, entre ellas Reliance Industries Ltd. de la India, Repsol SA de España y la francesa Maurel & Prom. La licencia de Chevron para operar fue renovada por otros seis meses a partir del 1 de enero, lo que le permite seguir bombeando alrededor de 200.000 barriles al día, casi 23% de la producción total del país.