Brasil levantó la Copa América en medio de fuertes señalamientos contra los árbitros y la aplicación del VideoArbitraje (VAR).
La canarinha derrotó 3-1 a Perú con goles de Everton, Gabriel Jesus y Richarlison para conquistar su noveno título continental.
Desde la semifinal entre Brasil y Argentina, Lionel Messi encendió una controversia que estaba por explotar. El capitán albiceleste señaló a los jueces de marcar todo a favor de Brasil: «Pareciera que está todo hecho para que lo gane Brasil, desde los cuartos de final vi que contra Uruguay pitaron pavadas», dijo Messi.
En el partido por el tercer lugar, el astro del Barcelona protagonizó un encontronazo con el capitán de Chile, Gary Medel, que culminó con expulsión para ambos. La decisión provocó otra calentura del «10», quien no salió a recibir la medalla y lugo declaró: «No salí a buscar la medalla porque no voy a ser parte de esta corrupcción».
En la final el arbitraje también dejó serias dudas. Una expulsión insólita contra Gabriel Jesus aun con la revisión del VAR, y un penal que solo vieron los colegiados cuando ya terminaba el partido pusieron la guinda a una Copa América que no emocionó.
En general, la competición no estuvo a la altura. La asistencia a los estadios fue baja, la mayoría de los equipos se quejaron de la logística y organización, además del mal estado de los terrenos de juego.
El nivel en la cancha tampoco brilló. Los cuartos de final se definieron todos en penales, excepto el Argentina-Venezuela que culminó en 90 minutos.
La Conmebol tiene estas asignaturas pendientes si quiere que la Copa 2020 despierte interes y aceptación.