Pequeños y obsoletos, así son los aviones de la flota aeronáutica de Venezuela que son los más longevos del estado Carabobo, lo que es tomado en consideración por los turistas al momento de decidir qué destinos internacionales visitar.
El problema es que estas unidades no ofrecen la comodidad y calidad de servicio que sí prestan los que cubren rutas a otros países. Cuando se trata de viajes dentro del país, que van de 45 minutos a una hora, los pasajeros no le dan mayor importancia, pero al ser personas que viajan desde otras naciones, sí toman en cuenta ese factor.
“Para un turista internacional que tiene aerolíneas como Copa y Avianca con rutas internacionales como Punta Cana, Cancún y Panamá con aviones nuevos, comodidad y buena calidad de servicio, prefieren tomar alguna de esas opciones que venir a Venezuela en aeronaves pequeñas y antiguas”, aseguró el vicepresidente de la Cámara de Turismo de Carabobo, Argenis Sánchez.
A esto se suman las condiciones en las que se encuentra la mayoría de los terminales internacionales de Venezuela. Aunque el Aeropuerto Arturo Michelena de Valencia ha sido reformado y es uno de los mejores, suele ser muy pequeño para la demanda que presenta, lo que se traduce en incomodidades para los pasajeros.
Pero hay otros que están en desventaja respecto a su infraestructura, como el de Barcelona. “En el país se deben adecuar los aeropuertos apuntando a pasajeros internacionales”, dijo.
El aeropuerto Bartolomé de Salom de Puerto Cabello ya tiene cuatro años sin operar. Esto representa una deficiencia en el servicio turístico, de acuerdo a Sánchez.
Se trata de un terminal muy privilegiado para rutas al Caribe por su ubicación. “Se usó así en algún momento como alternativa de conectividad para carabobeños y habitantes de Yaracuy y Lara, por ejemplo, a quienes se les hace más fácil llegar a Carabobo que a Maiquetía”.
La propuesta desde la Cámara de Turismo en la entidad es que se reactive con rutas específicas, como Los Roques, que estuvo habilitada y permitía ir al archipiélago en corto tiempo. “Con buena proyección y promoción el Bartolomé Salom sería una buena pieza para el turismo carabobeño”, aseveró.
También es elemental que se abran nuevas rutas internacionales desde el Arturo Michelena, como hacia Bogotá y las islas holandesas, que están cerradas por motivos políticos y eran muy importantes porque incentivaban el turismo de salud y de compras. “Venían muchas personas de Curazao y Aruba para hacerse tratamientos médicos o para comprar diversos bienes”, agregó.
Se espera que próximamente se habiliten nuevas rutas nacionales, para lo que se hace necesaria la incorporación que las aerolíneas inviertan en la adquisición de aeronaves.
Fuente: El Carabobeño