La Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV) se mantiene a la expectativa en cuanto a la reactivación de los créditos bancarios otorgados por instituciones financieras públicas y privadas, así como de las reformas de las leyes que rigen al sector. Esto, según Roberto Orta Martínez, presidente del gremio, «debe suceder para que se dé el crecimiento».
Aseveró que lo primero que debe suceder en el sector inmobiliario es la reactivación de los créditos bancarios, que es el principal impulso para el sector inmobiliario, tanto en la construcción como en la adquisición de viviendas para las familias y comerciales.
«Ya van unos cinco años sin financiamiento. Esperamos que haya una reactivación y que si en algún momento empiezan a otorgar créditos, uno de los principales sea para el sector inmobiliario», apuntó el presidente de la CIV.
La segunda expectativa que tiene la Cámara Inmobiliaria, según Orta, es la reforma de las leyes que «afectan» al sector», que son la Ley de Arrendamientos y Viviendas, la Ley del Sector Hipotecario y la Ley contra la Estafa Inmobiliaria.
«Aspiramos a que con una reforma de la Ley de Arrendamientos y Viviendas se genere una mayor seguridad jurídica a los venezolanos. Con esto pueden entrar a oferta más de 250.000 viviendas que actualmente pueden estar desocupadas o con sus propietarios ocupándolas y podrían ponerse en el mercado de arrendamiento», dijo Orta.
Asimismo, considera que Ley del Sector Hipotecario debería ser modificada a efectos que se permitan constituir hipotecas en una moneda distinta al bolívar, incluyendo criptomonedas. «Que se generen otras opciones para las hipotecas, ya que el retroceso inflacionario sigue afectando la economía del país», acotó.
La Ley Contra la Estafa Inmobiliaria también debería ser modificada, de acuerdo con Orta, con el objetivo de «promover la construcción de viviendas del sector privado, ya que esta es una ley muy restrictiva para ese sector y ha hecho que existan muy pocos proyectos de viviendas por parte de constructoras privadas» en el país.
Para el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, si no hay cambios en la parte legal y en la parte de créditos bancarios, el sector va a seguir manteniendo el mismo ritmo de volumen de operaciones y de precios que se han registrado en los últimos años.
«Lo único que podría levantar un sector importante es el de arrendamientos, porque los inmuebles ya están ahí. Que los venezolanos que están fuera de Venezuela y tienen sus inmuebles desocupados se sientan seguros jurídicamente. Eso sería una opción tanto para el propietario como para el arrendatario, porque obtendrían una ganancia y se podría generar una oferta masiva de viviendas, pero la realidad es que sienten que hay inseguridad jurídica actual», señaló Orta.
Solo creció en 2022 el rubro de alquiler de locales comerciales
Roberto Orta Martínez aseveró que el sector inmobiliario, en cuanto a cantidad de operaciones y precios, se ha mantenido estable en los últimos cuatros años. Sin embargo, destacó que el alquiler de locales comerciales es el único rubro que registró un crecimiento el año pasado.
«El único rubo que creció en el número de operaciones en 2022 fue el de alquiler de locales comerciales con 20%. Del resto, los otros rubros como compra-ventas de viviendas, compra-ventas de oficinas y todo lo demás, se mantiene relativamente en el mismo número de operaciones», aseguró.
Pese a ello, calificó de «positivo» que por lo menos se mantenga estabilizado el mercado inmobiliario, «porque antes de esos cuatro años hubo una caída muy importante de los precios, que no se han recuperado aún. Los precios que tenemos actualmente en Venezuela son cercanos a una tercera parte de lo que llegaron a ser en 2014».
Orta enfatizó que «el sector inmobiliario es un reflejo de la economía y si la economía se hizo más pequeña, los valores de los inmuebles y el mercado inmobiliario también se hacen más pequeños».
A su juicio, la estabilización del sector se debe a la etapa postpandemia que vive Venezuela, donde se reactivaron una cantidad importante de negocios, sobre todo en el área de alimentos y salud.
«Principalmente a puerta de calle, hubo una cantidad importante de negocios que se montaron y solicitaron locales para arrendamientos y esto generó un crecimiento de 20%, además de la reactivación de algunos sectores económicos el año pasado, entre ellos, el comercio», puntualizó Orta.