Bogotá es una de las pocas capitales del mundo que no tiene metro. La mayor parte de su población se moviliza en una flota de buses llamada Transmilenio que lleva mucho tiempo colapsada y no parece tener ninguna expectativa de mejorar.
Cada día este sistema de transporte moviliza en críticas circunstancias alrededor de dos millones de pasajeros. Además de la lentitud de los buses, se ha estimado que en cada metro cuadrado hay 14 personas. En Europa el promedio es de 4 pasajeros, y en Chile es de 7.
En las últimas semanas los usuarios han protestado por la poca frecuencia de buses y porque se toman hasta dos horas para cubrir una ruta corta. Hacinada, la gente se disputa a golpes el ingreso a los buses que viajan con pasajeros como sardinas.
El representante a la cámara por Bogotá, Germán Navas Talero, habló con Hispanopost sobre la urgencia de construir un metro como los que hay en Nueva York, Moscú o París.
El congresista, que fue uno de los participantes de un foro reciente sobre el metro, exige al Gobierno de Bogotá que se creen más buses y rutas para cubrir la demanda de los pasajeros. Los vehículos de Transmilenio son de propiedad privada.
