En agosto de 2020 pacientes con COVID-19 hacían listas de espera en centros de salud por la falta de disponibilidad de camas, en la actualidad el presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), Enrique López Loyo, y el vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), Manuel Figuera, aseguraron que el panorama es peor.
“Los reportes que tenemos son extraoficiales y muestran una congestión muy importante en los hospitales centinelas. Hay una progresión importante de la patología en toda el área metropolitana”, afirmó el presidente de la ANM a HispanoPost.
Figuera expresó que desde los pasados días los centros de salud públicos y privados tenían altas cifras de ocupación. “Hoy tenemos saturación, hay mucha gente enferma”, dijo.
El fin de semana, el dirigente sindical de Hospitales y Clínicas de Caracas, Mauro Zambrano, informó que debido al incremento de casos en los centros públicos y las pocas camas desocupadas las personas visitaban varios hospitales para ser atendidos, pero “no había capacidad”.
El reporte Monitor Salud indicó que hasta el 14 de marzo 239 pacientes estaban hospitalizados en los siete centros centinelas de Caracas. De ellos, 33 se encontraban internados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y “la capacidad se está sobrepasando”, señalaba el balance.
“En el hospital de Lídice hay 14 camas para pacientes con COVID-19 y actualmente hay 19 personas. En el Pérez Carreño, donde solo se dispone de 36 camas para casos de coronavirus, están hospitalizados 56 pacientes. En el Clínico Universitario, el Vargas, el Algodonal, el J.M. de los Ríos, y en el hospital de Coche, la situación es similar”, exponía el reporte.
López enfatizó que “el escenario actual, comparado con el de agosto, es peor porque si consideramos que la variante P1, hallada en Brasil y detectada en estados de Venezuela, es de mayor transmisibilidad, hay un reclutamiento de más pacientes, inclusive de que haya reinfecciones”. “Por tanto esto hará una saturación progresiva de todos los servicios sanitarios”, agregó.
Pero a pesar de esta situación, las cifras oficiales no parecen variar. El pasado domingo, la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, informó 574 nuevos casos y siete fallecidos. Con ellos el acumulado aumentó a 145.953 infectados y 1.437 muertes. Los casos activos se fijaron en 6.951.
Sin embargo, Nicolás Maduro anunció una medida que evidencia un aumento de casos en el territorio. Declaró la flexibilización parcial limitada con cerco sanitario en Distrito Capital, La Guaira, Miranda y Bolívar. Medida que el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, explicó que consiste en la restricción de transporte público y la operatividad única de los sectores priorizados.
“Hay reconocimiento del Estado de que tenemos un gran problema, aunque no se ve reflejado en el número de casos porque sabemos que hay un muy importante subregistro. Simplemente se está reconociendo un problema que venía arrastrándose desde hace muchas semanas atrás, por no decir meses”, dijo el vicepresidente de la SVI.
“El problema no son las variantes, es la irresponsabilidad”
Aunque desde la administración de Maduro el discurso para justificar el aumento de restricciones en esta semana es por la variante encontrada en Brasil, el infectólogo Manuel Figuera aseguró que, aunque estas son más contagiosas, “el problema no son las variantes en general, es la irresponsabilidad”.
“Parte de las recomendaciones que hacíamos como médicos y sociedades científicas era mostrar lo absurdo de haber liberado las cosas como se hizo en Carnaval y, lamentablemente, estamos recogiendo la irresponsabilidad que ha habido en distintos niveles: individual, colectiva e incluso desde las decisiones de las autoridades”, afirmó.
El galeno indicó que Venezuela no es el único país que le ha tocado afrontar las consecuencias de estas acciones. “El repunte que tuvo Estados Unidos a finales del año pasado no fue por culpa de variantes, fue por la irresponsabilidad. Lo mismo pasó en Europa, Brasil y Chile, este último, aunque están vacunando muchísimo, cuenta con una población que no está haciendo lo que corresponde, deja de usar mascarillas y se está reuniendo. Lo mismo pasa aquí, con la diferencia que en el territorio no se está vacunando adecuadamente. Las variantes influyen, pero lo que más lo hace es el comportamiento colectivo y este no ha sido adecuado”.
Figuera afirmó que en la actualidad los profesionales de la salud están expuestos en centros saturados y “ni siquiera han sido vacunados en su totalidad, lo cual resulta totalmente inadecuado; y mientras esto ocurre se ha promovido la inmunización a los docentes cuando no están dando clases y no tienen el mismo nivel de riesgo que el sector sanitario”.
¿Cómo evitar contagiarse de COVID-19?
El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología explicó que las recomendaciones generales no han variado. Incluso con ellas, Nueva Zelanda, Australia y China controlaron la epidemia antes de iniciar la vacunación. Lo hicieron al fortalecer el sistema de diagnóstico e identificando a las personas cercanas a los casos positivos.
Lavar las manos constantemente, usar tapabocas, evitar aglomeraciones y no salir si no es necesario siguen siendo las medidas a seguir. El médico enfatizó que ante las estadísticas que evidencian que 49% de los infectados es asintomático y puede contagiar a otros, se debe utilizar la mascarilla en todo momento. “Las personas normalmente se contagian dentro de los domicilios o trabajos porque en estos espacios cerrados de encuentros o visitas se quitan los tapabocas”, dijo.
“Aunque las recomendaciones no variaron, la perspectiva de la población frente a la epidemia cambió debido al agotamiento, y con las liberaciones en diciembre y Carnaval han hecho que la epidemia persista”, señaló.
Figuera afirmó que la COVID-19 será un problema todo este año “y probablemente lo siga siendo en distintos países si no se hace lo adecuado”. “Ya estamos en marzo y en Venezuela no tenemos ni siquiera un porcentaje significativo de vacunados en la población y mucho menos en los profesionales de salud. Esta realidad empeorará definitivamente”.
Razón por la cual indicó que se debe mejorar el diagnóstico, al permitir que se hagan múltiples PCR en distintos sitios, y dar a una información descentralizada, porque cuando se sepa la realidad de casos y muertes se podrán tomar las mejores medidas. Y sumado a ello, usar mascarillas y vacunar.