Chocolates venezolanos que cruzan fronteras desde Ávila

    0
    251

    Hace diez años, Nela Moser comenzó la propuesta de Chocolates Picacho en Galipán del Parque Nacional El Ávila, a 1.850 metros sobre el nivel del mar y con una vista privilegiada de la montaña: “Buscaba algo que invitara a la gente a subir que no fueran sándwiches de pernil ni fresas con crema”.

    Desde el principio se sumaron Marisela Oropeza y Marisol Toro, galipaneras que trabajaban en restaurantes y con siembras. A partir de entonces, cada mañana comienzan a temperar el chocolate que ofrecen en diversas formas: bombones rellenos de parchita o coco, tabletas de distintos porcentajes de cacao, el Picacholate para hacer chocolate caliente o un reciente turrón con maní tostado, dulce de leche Bufito elaborado por su familia en La Guanota y, obviamente, chocolate.

    Su propósito se cumple cada semana cuando las visitas llegan a conocer su propuesta y a escuchar el trayecto necesario del cacao desde la semilla hasta convertirse en una tableta de chocolate. “Aquí decimos que son los duendes de la montaña los que hacen el chocolate”.

    En la actualidad su iniciativa se ha multiplicado. Hace un año, su hija Mariana, formada como pastelera en Le Cordon Bleu de Lima, abrió una tienda de Chocolates Picacho en Miami. “Allí ofrece las mismas recetas”, comparte Nela, con el orgullo de ver que su marca se multiplica en manos de la familia. 

    No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com