El presidente checo, Milos Zeman, desató una tormenta entre los colectivos LGTBIQ+ por unas declaraciones en las que tacha de «repugnantes» a las personas que se someten a una operación de cambio de sexo. «Puedo entender a gais y lesbianas, pero no a esos transgénero. Esos me desagradan desde lo más profundo de mi alma», afirmó Zeman en declaraciones a la cadena CNN con motivo del Día del Orgullo Gay.
Para el jefe del Estado checo, cualquiera que se someta a una cirugía de reasignación de género comete lo que llamó «crimen de la automutilación», lo que además de ser peligroso en tanto que toda operación conlleva un riesgo, le resulta «intrínsecamente asqueroso».
Ante tales declaraciones la comunidad LGTBIQ+ acusa a Zeman de esparcir odio desde las más altas instituciones del Estado. «Comentarios como esos, más allá de los calificativos que se le puedan poner, tienen un impacto muy negativo en la salud mentad de las personas LGTBIQ+», sostuvieron sus portavoces.
Con información de El Mundo