Con cuatro muertos se salda motín carcelario en Guatemala

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    Un juzgado de turno encausó este martes a los primeros 20 pandilleros implicados en la muerte de cuatro custodios durante un motín en un correccional juvenil de Guatemala. En la audiencia de primera declaración, la fiscal del Ministerio Público (MP), Claudia Girón, les imputó los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, plagio o secuestro y motín de presos.

    Las acusaciones fueron admitidas y los pandilleros, de Barrio 18, serán enviados al Centro Preventivo de la Zona 18, en la periferia norte de la capital guatemalteca, donde corresponde por haber superado ya la minoría de edad.

    Un fuerte dispositivo de seguridad ha sido desplazado en la torre de tribunales, en el Centro Cívico de la ciudad, donde fueron trasladados más de 45 presos que participaron el domingo en un motín en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones, conocido como Etapa II, situado en el municipio de San José Pinula.

    El domingo, los presos tomaron de rehenes a siete monitores (empleados de la Secretaría de Bienestar Social) de la Presidencia de Guatemala y ese mismo día dieron muerte a dos con golpes y heridas de arma blanca.

    Uno más murió ayer cuando era trasladado al Hospital General San Juan de Dios, en la capital, y otro en la madrugada de este martes, con lo que se elevaron a cuatro las víctimas mortales del motín.

    Según un comunicado de ese nosocomio, de los otros dos que llegaron heridos, uno está en estado crítico y otro estable, mientras que el custodio llevado ayer a una instalación del Seguro Social se recupera tras las heridas de arma blanca que le provocaron los reos.

    La crisis comenzó el domingo cuando un grupo de 26 «inconformes» de la pandilla Bario 18, según datos de la PNC retuvo a 7 monitores.

    Cuestionado por los orígenes de este motín, en el que exigían entre varias cosas el traslado de 200 compañeros a este centro estatal de otro donde están recluidos, el ministro Rivas dijo el lunes que se están investigando y que «la verdad prevalecerá».

    El centro de Etapa II tiene capacidad para 160 personas pero había 201 internos, y estaban 23 monitores aunque cuando eran necesarios llegaban 40.