Decenas de familiares y compañeros participaron hoy en la sede de la Policía Nacional Civil (PNC) de las honras fúnebres oficiales de tres agentes guatemaltecos que murieron en varios ataques armados perpetrados por pandilleros en las últimas horas.
El director del instituto armado, Nery Ramos, calificó como «héroes» a las víctimas y dijo que estos ataques no detendrán la labor de la institución, sino que continuarán trabajando para «someter a la Justicia a estas estructuras criminales» que quebrantan «la paz» de los guatemaltecos con homicidios, secuestros o violaciones.
«Acciones cobardes como estas alimentan nuestra determinación para seguir fieles a ese juramento que hemos hecho, para seguir firmes explorando» todas las investigaciones, añadió Ramos en nombre de la «familia policial», dolida y triste por estos hechos que arrebataron a esposos e hijos y que dejan a unos dos pequeños huérfanos.
Tras un minuto de silencio ante los feretros de los fallecidos, el ministro de Gobernación (Interior), Francisco Rivas, expresó todo el apoyo de la institución a las familias de las víctimas y el presidente del país, Jimmy Morales, expresó sus condolencias.
Al pasar revista a las tropas policiales, los agentes gritaban «ausente por haber caído en el cumplimiento de su deber» cuando gritaban el nombre de los tres agentes fallecidos, Mario Antonio González Alvarado, Julio Arnoldo Monzón Godoy y Candy Margoth Sánchez González.
Los tres murieron en nueve ataques perpetrados por supuestos pandilleros de la mara 18 en diferentes puntos del país minutos después de que las fuerzas de seguridad entraran a la fuerza en un correccional estatal de menores en el que un grupo de mareros de la misma pandilla tenía recluidos a varios monitores.
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, admitió hoy la existencia de una amenaza a la seguridad nacional y advirtió de que no permitirá a las estructuras criminales violentar la paz, tras el motín de pandilleros que ayer causó la muerte de cuatro monitores en un correccional.
Tras esa acción, supuestos pandilleros del Barrio 18 atacaron anoche a agentes de al menos seis comisarías y causaron la muerte de tres y otros siete quedaron heridos.
El presidente aseguró que ya se montaron los operativos para «responder a esas amenazas» y que de momento dejan 13 capturados y varias armas incautadas, entre ellos fusiles.
En lo que va de año, 9 agentes murieron mientras estaban de servicio, mientras que cuando estaban de descanso fallecieron 10.
