Consumo cayó en lo que va de 2023 pero ingresos de los comerciantes se mantienen por alza de los precios

Distintos sectores económicos han reportado una considerable caída del consumo en Venezuela durante los dos primeros meses de 2023. Esto principalmente se debe a la pérdida del poder adquisitivo, la inflación y la constante variación en la tasa de cambio del dólar oficial y el dólar paralelo.

Según datos de Consecomercio, en enero y febrero de este año se registró un bajón en las ventas -especialmente en el sector de alimentación- de entre 25% y 35%, en comparación con el mismo período de 2022.

Esta cifra del gremio es respaldada por los señalamientos de algunos comerciantes en Caracas, quienes aseguraron a HispanoPost que 2023 no empezó como ellos esperaban.

Renny Carmona, encargado de Cafetería Kaldi, detalló que «este año hemos percibido menos movilidad de las personas en el consumo en comparación al año pasado, cuando el nivel de transacciones o ventas eran el doble».

Douglas Rivas, representante de la empresa de tecnología MundoRipa, señaló que «las ventas han caído drásticamente en los dos primeros meses del año, en comparación con 2022. Muchas son las causas que nosotros asumimos.  Una de ellas es la falta de divisas en el mercado, la falta de la moneda nacional que no se obtiene fácilmente y, en base a ello, la economía, los sueldos y el poder adquisitivo han caído drásticamente»

El presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (ANSA), Ítalo Atencio, explicó que en el caso del sector que representa la caída del consumo en estos dos meses, es en unidades, más no en valor.

«El consumo de enero de 2023, medido en unidades, no en valor, fue menor que en enero de 2022 y febrero de 2023 también fue menor que febrero de 2022. Eso, además, lo combinamos con que diciembre fue ligeramente inferior también, es decir, que venimos de un trimestre en el que el consumo en unidades ha sido menor», dijo Atencio.

Para el presidente de ANSA, la caída del consumo se debe principalmente al drástico comportamiento de la tasa de cambio de noviembre, diciembre y enero, que se disparó en ese trimestre. Además, históricamente el consumo en el mes de enero, de todos los años, siempre ha sido inferior al resto de los meses.

«Sin embargo, si nos situamos en el año pasado, a pesar de ese mes de diciembre, que no fue lo que esperábamos, el consumo creció 7% contra 2021. Pero, 2021 había crecido 7,4% frente a 2020. Entonces, ¿qué estamos proyectando para 2023? Nosotros pensamos que este año el consumo va a crecer 5% en unidades», apuntó el representante de ANSA.

Atencio explicó que si se logra este crecimiento y se calcula a base de tres años (7,4 + 7 + 5), «es un crecimiento que si se mantiene en el tiempo, debe colocarnos a niveles a lo que nosotros teníamos hace unos años, cuando el consumo realmente era un valor que movía la economía».

Recordó en el primer cuatrimestre de 2022 hubo una aceleración en la economía venezolana que, posteriormente, se ralentizó especialmente «por la implantación del IGTF a las operaciones en divisas».

«Por eso, hemos dicho que una medida interesante para incentivar ese consumo, para romper la inercia, es reducir el porcentaje de aplicación del IGTF de 3% a 0,05%», planteó Atencio.

Dijo que si el Estado necesita el ingreso de estos recursos que genera el impuesto, se puede «convertir ese IGTF a impuesto del débito bancario con 0,05% ym al final, los ingresos serían los mismos para el Ejecutivo, pero la economía estaría dinamizada».

Sin embargo, para los comerciantes de ropa y calzados las ventas se han elevado estos dos meses en comparación a enero y febrero del año pasado.

Por ejemplo, para Adriana Farías, responsable de la tienda Blumer Center, en enero y febrero de 2023 «se ha levantado muchísimo más a comparación al año pasado, ha habido más movimiento, la gente tiene como más poder adquisitivo a la hora de comprar»

El consumo cayó, pero los ingresos se mantienen

A pesar del comportamiento de la economía y el bajo consumo, el nivel de ingreso para los comerciantes en enero y febrero sigue siendo semejante al mismo lapso del año pasado.

El encargado de Cafetería Kaldi comentó que el año pasado, «era mayor la cantidad de personas que se movilizaban para consumir y gastar», mientras que «este año ha sido menor». Pero esta caída no ha afectado los ingresos del local, «supongo que se mantiene un poco es por el tema de que las divisas suben», agregó.

El representante de ANSA enfatizó que «el movimiento de los precios es consecuencia de la inflación y no viceversa», por lo que «el consumidor no ajusta su nivel de ingresos de la misma manera que se desajustan los precios». Un efecto que lógicamente afecta el nivel de consumo del ciudadano mientras la economía se sigue ajustando.

Para Atencio, en el escenario de que el ritmo de la tasa de cambio de febrero 2023 se mantenga en el tiempo «y además en el mes de abril se anuncia un nuevo salario mínimo, en cualquiera de los valores que han dicho los gremios o que han dicho los economistas, debería entonces comenzar una recuperación en el consumo».

¿Aumentó el uso de bolívares?

No obstante, el uso del bolívar se ha incrementado para el pago de algunos rubros -especialmente en el pago de alimentos- mientras que en otros predomina el pago en divisas, como tecnología, ropa y calzado.

Tanto el representante de MundoRipa, como la responsable de la tienda de Blumer Center, al igual que otros comerciantes, coincidieron en que la mayoría de los pagos los clientes lo realizan en dólares.

En cambio, en las tiendas como Cafetería Kaldi o de ventas de alimentos, luncherías, detergentes o productos de aseo personal afirman que las transacciones en tarjetas de débito -pagos en bolívares- se han incrementado en el último año.

De acuerdo con Ítalo Atencio, el uso y pago de bolívares ha aumentado en el último año en el sector de supermercados y autoservicios, principalmente, después de la implementación del IGTF.

«El 28 de marzo (de 2022) salió una providencia del Seniat donde se nombraban los agentes de percepción para este tributo. En ese momento, en un supermercado el 70% de las transacciones eran en divisas y el 30% en bolívares. Eso cambió, en este momento, la cifra es lo contrario: hay una mayor cantidad de operaciones en bolívares y hay una menor cantidad de operaciones en divisas».

Sin embargo, el presidente de ANSA insistió en que «la mejor defensa del bolívar es que la inflación termine de ser abatida».

Actualmente, el pago en bolívares, por parte del consumidor está entre 60% y 70% de las operaciones de las transacciones, según Atencio.