En los últimos 10 años, 9.009 niños venezolanos fueron asesinados, según datos recabados por Cecodap entre 2010 y 2019. Este hecho, para el abogado penalista Luis Izquiel, además de revelar la alta cifra de menores víctimas de violencia homicida, también muestra lo ha arraigado de la cultura delictiva del país, que los conduce a normalizarla tanto en Venezuela como en sus fronteras.
Los niños y adolescentes están normalizando la violencia y muchos ven a los pranes de los barrios como un patrón a seguir, como una forma de vida al ver la realidad que ocurre en nuestro país, afirma el también profesor universitario.
Lo expresado por Izquiel tuvo lugar recientemente en los meses de cuarentena, cuando el barrio José Félix Ribas de Petare se desató la violencia durante varios días por el control del lugar, y los niños de la zona estuvieron presentes sin poder salir a raíz del confinamiento.
Sin embargo, el abogado penalista detalla que estas acciones datan de mucho tiempo atrás: Los niños que han visitado a familiares en cárceles venezolanas ven que en ellas es normal que se paseen personas armadas y que sea la violencia la que manda dentro de estos lugares, espacios que son ranchos porque aquí no se construye una cárcel desde los años 80 con Luis Herrera Campins, expresa.
En la frontera la vulnerabilidad es mayor. Los niños venezolanos son atraídos a pertenecer a grupos guerrilleros como el ELN, principal reclutador, debido a que se aprovechan de sus condiciones para sumarlos a sus filas. Investigaciones tanto de Cecodap como de medios de comunicación señalan la existencia de menores que abandonan el país sin ningún padre o representante.
Más de 15.000 venezolanos, muchos en edad escolar, trabajan directa o indirectamente para grupos armados en la zona de frontera, y 75% de los niños y adolescentes que dejan sus estudios en estados fronterizos son reclutados por el ELN, EPL, las FBL y grupos disidentes de las FARC, señala la organización no gubernamental FundaRedes en su informe anual de 2019.
Izquiel dijo que las principales razones por las que Venezuela es uno de los países con mayor tasa de homicidios son: lidera los primeros lugares de embarazo precoz, falta de la figura del padre en la mayoría de los hogares, deserción escolar enorme que conlleva al ocio y, en consecuencia, los niños venezolanos entran desde muy jóvenes a las drogas, además de estar en las calles sin un hogar y terminar en un grupo delictivo.
Ante los antecedentes en el país con pandillas de jóvenes que atacan, roban o matan, el especialista señala que las circunstancias de las calles los llevan a esto. No obstante, explica que los niños menores de 13 son imputables, y aquellos adolescentes entre 14 y 17 años pueden recibir una condena máxima de 10 años, sea cual sea el crimen cometido.
Este tiempo fue declarado en la reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna) en 2015, antes de ella el plazo era de 5 años. En países normales ven esto como un problema que se debe tratar como preventivo, pero este no es un país normal. En Venezuela cuando se hizo esta reforma otros problemas eran más importantes para la sociedad, como el agua y la luz.