Autora: María Isabel Valero Espinal
Buenas noches cuarentena, aquí sigo. Como cola de cometa bamboleada al capricho del viento.
Un barquito de papel creyéndome trasatlántico. Con disfraz de roble, revestida de guerrera y corazón de algodón de azúcar.
Debo confesarte que este encierro entre tú y yo no ha sido fácil, aunque ha decir verdad mucho me haz enseñado. Pensé que a mí longeva edad todo había visto y aprendido.
Me siento inmersa en una obra de teatro en construcción.
En la hora del insomnio.
A tientas descorro las cortinas de la ventana de mi habitación. Miro el reloj.. 3am hora de Venezuela. El sueño se ha escapado.
Abro telón.
En religiosa contemplación, admiro el firmamento. Cuan importante se ha vuelto mi ventana. Aunque algo escarapelada la pintura. Ya habrá tiempo para un retoque.
Las estrellas titilan en la puesta en escena. Como
Opening luminoso me presentan una Luna protagonista. Espléndida.
La terca Calima por ahora se ha esfumado.
Desde mi piso miro la calle al descuido. La tenue luz del farol me permite divisar un ratón. Va de prisa. Me pregunto qué stress lo lleva en su carrera a tan altas horas. ! Cuanta libertad!
Fantaseo un poco. Será el Ratoncito Perez en busca de dientes bajo la almohada?
El maullar de gatos rompe el silencio, creo hay una disputa por una de los suyos en celo.
Ha bajado la temperatura, y en el intermedio busco una bufanda. Una taza de café con leche me sienta bien. Por cierto oro blanco . Si supieran las vacas lo alto que se cotiza su bien lácteo.
De nuevo me planto frente al magnífico escenario.
Algún vecino prendió la tv. Tenuemente escucho. Seguramente otro del club de los trasnochados. Trastornos del sueño como apuntan los entendidos.
Es sábado y la vida nocturna de fiestas y perfumes ha puesto candado.
En mi divagar me imagino las personas en otras latitudes, ya en horario mañanero con tapabocas y permisos de salida en busca de un rayo de sol.
Un recién nacido llora.. me enternece. Hace tanto me estrené de mamá. Suspiro.
¿Quién me iba a decir que en la loca carrera en busca de un no sé que, un virus microscópico pondría freno? Mucho menos pude prever que un retiro obligado sería escuela.
Mis alas en pausa postergan las ganas de volver a volar.. seguramente será menos frenético.
Sin embargo esta madrugada, vuela mi imaginación. He podido escuchar el silente sonido de la noche, y conocer de tu a tu, un poco más de su magnificencia. Inescrutable y misteriosa.
Me he enamorado de su terciopelo oscuro y quietud.
La cuarentena y el insomnio así me lo han permitido.
Aplaudo el extraordinario espectáculo que hoy en su grandiosidad he podido apreciar. Con entrada libre en sitial vip.
Se me cierran los ojos.
Con pasos adormilados regreso a mi cálido nido. No tardará mucho el Alba y el telón de mi teatro por hoy cerrara.
Pronto el rocío besara la flora con diamantinas gotas y la luna con cerrados aplausos volverá a su camerino hasta una nueva función…..
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