Docentes y estudiantes de Arquitectura junto a CCS en 365 velan por el legado de Villanueva en la restauración de la UCV

A mediados de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia de Covid-19, colapsó un techo de uno de los pasillos cubiertos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y ese hecho propició voces que alertaron sobre el riesgo que afrontaba la Ciudad Universitaria de Caracas, principal obra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.

Un año más tarde, el gobierno de Nicolás Maduro anunció la creación de la Comisión Presidencial para la recuperación de la UCV, al frente de la cual designó a la dirigente Jacqueline Farías, una ingeniero que estuvo en Hidrocapital, Ministerio del Ambiente, Movilnet y fue jefe de gobierno del Distrito Capital.

Para mediados de 2022, la comisión exhibe avances en los edificios de Ingeniería, la Casa Ibarra, las caminerías techadas e inicio de obras en los edificios de Medicina. A eso hay que incluir la total restauración del reloj de la plaza del Rectorado, que es uno de los símbolos de la principal casa de estudios de Venezuela.

La realización de las obras no ha estado exenta de polémicas y desencuentros, pero al menos se mantiene la coordinación entre la comisión, la Facultad de Arquitectura de la UCV y el Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred) de la propia universidad, para avanzar ateniéndose a la concepción de Villanueva.

En el marco de las celebraciones del día del arquitecto, el cuerpo docente y un grupo de estudiantes de Arquitectura conformaron el equipo Diarq7, y dentro de las actividades organizaron un recorrido nocturno por las instalaciones, como parte de las giras que se realizan por Caracas en el programa CCS en 365, que impulsa el activista urbano Luis Rafael Bergolla a través de la asociación civil Collectivox.