Nicolás Maduro afirmó recientemente que no ve mal la dolarización en el país, ya que sirve como una válvula de escape de la economía. Sin embargo, el economista Leonardo Vera explicó, en el más reciente informe de la firma Carpe Diem Comunicaciones Venezuela Política y Economía en Perspectiva, que el referido proceso podría no ser favorable a mediano o largo plazo.
Indicó que si bien el proceso de dolarización informal de la economía venezolana avanza, eso no significa que el clima de inflación alta se desvanezca. La dolarización a la venezolana produce ciertos inconvenientes que no ayudan a estabilizar los precios.
Igualmente comentó que la dolarización, aunque puede contribuir a la baja de la tasa de inflación en el muy corto plazo, hacia horizontes de mediano plazo, en la medida que no se oficialice y siga siendo de naturaleza informal, puede traer consigo fuentes de mayores presiones inflacionarias.
Explicó que el proceso de pago con divisas convertibles en el país se debe a varios factores, entre ellos la hiperinflación y sobre todo la falta de bolívares en efectivo, que ha obligado a los venezolanos a utilizar monedas convertibles para pagar en su día a día.
El pago con moneda extranjera en Venezuela parece entonces haberse entronizado en la medida que el proceso de inflación alta e hiperinflación no cesa; en la medida que la escasez de efectivo en bolívares sigue estando presente; y en la medida que el sistema de medios de pago electrónicos (puntos de venta y transferencias bancarias) presenta graves dificultades a nivel nacional por las interrupciones en el servicio de energía eléctrica, puntualizó en el informe.
El también individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas hizo referencia a dos estudios realizados recientemente por dos importantes firmas del país, los cuales revelan que un porcentaje importante de la población venezolana realiza transacciones en dólares e igualmente busca la manera de comprar, en la medida de sus posibilidades, divisas convertibles para así garantizar el ahorro.
En un estudio de opinión realizado por la empresa Consultores21, cuyo trabajo de campo fue realizado del 12 al 30 de septiembre de 2019 con una muestra de 2.000 entrevistas (realizadas en entornos urbano y rural, con un margen de error global de +/- 2,24%), 35% de los entrevistados afirman que han hecho transacciones en dólares, señaló Vera.
Añadió que la encuesta también revela que la mayor proporción de individuos contestando afirmativamente sobre la compra o venta de dólares o la compra o venta de bienes (en dólares) se encontraban en la región occidental del país (54% en Zulia, Occidente 43). En regiones con menor densidad poblacional y menor ingreso se registra una proporción más baja. La elevada proporción de población dolarizada en la región zuliana guarda relación con la sostenida falla en el suministro que obliga al uso de medios de pago no electrónico como el efectivo en divisas, expresa el estudio.
El economista contrastó estos datos con los presentados por Ecoanalítica, que a partir de un estudio realizado para siete centros urbanos (Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Maracay, Caracas, Lecherías y Puerto Ordaz), abarcando seis grupos de actividad comercial (electrodomésticos, productos electrónicos, repuestos, cuidado personal, ropa/calzado y alimentos), pudo corroborar que 55% de las compras realizadas a comercios se pagaron en divisas.
El trabajo revela que 52,2% de las transacciones del sector alimentos fueron pagadas en divisas, promediando US$ 36 por compra. De forma poco sorprendente la proporción de compras en divisas se incrementa en función del monto medio de las compras, en el caso de los electrodomésticos (TV, Microondas, etc.) el porcentaje de las compras se eleva a 94,7% y su valor medio ascendió a $241. Así mismo los datos presentados por Ecoanalítica señalan que cerca de 45% de los compradores reportaron que reciben ingresen divisas por distintos mecanismos, señaló.
Solo para transacciones inmediatas
Con respecto al valor del bolívar, Vera explicó que diariamente pierde de manera significativa su poder adquisitivo y la moneda venezolana ha quedado única y exclusivamente para realizar transacciones inmediatas.
El estudio de Consultores 21 indica que 44% de los entrevistados señalan haber recibido pagos en divisas, mientras 30% refirió haber adquirido divisas a terceros. Todo esto está ocurriendo en una economía donde formalmente la unidad monetaria es el bolívar, pero donde el bolívar sólo sirve para hacer transacciones inmediatas en virtud de su muy rápida pérdida de poder adquisitivo, aseguró.
Propicia la evasión tributaria
Señaló que la dolarización venezolana trae consigo una importante evasión tributaria.
«La dolarización en la medida que se circunscribe a transacciones en efectivo tiende a aumentar la evasión tributaria y a deteriorar los ingresos fiscales de origen no petrolero. Los vendedores no generan facturas por eso pagos en efectivo en dólares y los compradores tampoco la exigen. Sin fuentes de financiamientos que no sean las de origen monetario, ante la caída en la recaudación tributaria generada por esta situación, el gobierno puede verse en la necesidad de aumentar la emisión de dinero base (base monetaria) alimentando el proceso de inflación», reveló.
En el informe de Carpe Diem comunicaciones también precisó que en una economía donde el circulante en dólares con respecto al circulante en bolívares crece, el control que puede ejercer la política monetaria sobre los precios es cada vez menos efectivo.
Así que a diferencia de otras experiencias de inflación alta (como bien puede ser el caso de Ecuador) donde una decisión de dolarización formal contribuyó a parar gradualmente, pero en forma definitiva la inflación, en el caso venezolana el proceso de dolarización informal que en efecto o de facto se viene dando, no necesariamente conduce a un ambiente de baja inflación, concluyó Vera.
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