Reponer los electrodomésticos dañados por nuevos ha quedado en la historia para muchas familias venezolanas que enfrentan a diario cómo sobrevivir con muy bajos ingresos.
Consumidores y técnicos que solicitaron guardar sus nombres en reserva aseguraron que el gasto de reparar electrodomésticos resulta cuesta arriba ante la inflación y pérdida continua del poder adquisitivo.
«La nevera se echó a perder hace tres semanas. Ni siquiera tengo los 20 dólares que cobra el técnico por la revisión», contó un ama de casa residente en San José.
Otra habitante de El Cafetal narró que el arreglo de la lavadora lo postergó tres meses mientras reunía los 200 dólares de la reparación «empeñando las prendas y pidiendo prestado».
«No es que te llaman enseguida cuando se dañan los aparatos, la gente no tiene plata para enfrentar ese gasto y nosotros lo sabemos», refirió un técnico.
Explicó que los repuestos son muy costosos y suben de precio constantemente. «Uno también tiene familia que mantener y por eso trata de cobrar lo justo a los clientes por los repuestos y la mano de obra», dijo.
Otro reparador se quejó: «Cada vez salen menos trabajos. Ya no está el problema de la escasez de repuestos de hace tres años, ahora los consigues pero muy caros y tienes que pagarlos en dólares».
Los precios de los repuestos de nevera suelen ser 40 dólares un compresor, 250 dólares un motor y 80 dólares una tarjeta electrónica.
Por su parte, la bomba y el motor de una lavadora se consiguen a 40 y 250 dólares, respectivamente.
«Repuestos para reparaciones menores como un acople o una manguerita no bajan de los 3 o 5 dólares», precisó un consultado.
Los técnicos señalaron que la mayoría de la reparaciones se concentra en las neveras, pues ese equipo es indispensable.
«A la lavadora le dan más largas igual que a los aires acondicionados y eso porque Caracas es un clima más fresco», reveló un reparador de electrodomésticos.
En las aceras de Caracas también están los puestos ambulantes de reparación de artefactos más pequeños para el hogar.
«Los clientes están trayendo ventiladores, licuadoras y batidoras para tortas, los aparatos más necesarios para una mínima comodidad en la casa», indicó el dueño de un puesto en Candelaria.
Destacó que cobra un dólar adelantado por revisar el aparato, monto que descuenta cuando entrega el electrodoméstico ya reparado.
«Antes no cobraba ese adelanto, pero por la misma situación económica muchos clientes dejan los aparatos hasta reunir el dinero, lo cual abarrota el puesto con aparatos sin arreglar», comentó.