El futsal o futbol sala es una disciplina que es de pocos espectadores en Venezuela y, sin embargo, es uno de los deportes que más se practica en el país. El periodista deportivo del diario Líder en Deportes, Yovanny Vázquez, ha seguido de cerca la disciplina y es consciente del arraigo que tiene: cualquier persona lo juega o lo ha jugado en algún momento de su vida, sobre todo en las zonas populares.
Actualmente, los ojos están enfocados en una sola cosa: la participación de Venezuela en la Copa Mundial de Futsal de la FIFA. Primera vez que la Vinotinto de futbol sala asiste a un torneo organizado por el mayor ente rector del futbol mundial después de un sudamericano de infarto, donde se quedó con el cuarto lugar del torneo.
El comienzo fue bueno con una victoria en el partido inaugural ante la anfitriona Lituania 2-1, hecho que la convierte en la quinta selección venezolana de toda la disciplina “futbol” que gana en su debut en una Copa Mundial de la FIFA después de la selección masculina Sub-20 (2009 y 2017) y la selección femenina Sub-17 (2010 y 2014) de futbol campo.
Ahora, con su segunda victoria del torneo ante Costa Rica por 1-0, la Vinotinto superó todas las expectativas y selló su pase a los octavos de final. Falta el partido del sábado contra el favorito para llevarse el primer lugar del grupo que es Kazajistán.
Ante esto, Vázquez se mostró expectante y dice que esta selección tiene potencial para llegar hasta los cuartos de final. “Si se llega a dar una posible sorpresa, para muchos Venezuela puede ser la revelación del mundial”
El futbol sala en las zonas populares
“Usted va para cualquier zona popular y seguramente hay una cancha de futbol con dos aros de tabloncillo o de cerámica que es donde se juega normalmente las ´caimaneras´ de futbol” afirma Vázquez, quien agrega que los niños de esa zona juegan al futsal incluso en la calle, usando dos bolsos o piedras como la portería y hasta lo haceb descalzos sin saber que están jugando futbol sala.
Vázquez asegura que “hay incluso muchos torneos de futbol sala en la mayoría de los barrios de Caracas y no solo en Caracas, sino en todo el país”, donde el talento abunda solo que no ha sido muy bien aprovechado.
“En Los Andes hay mucho talento de futbol sala, en el llano hay muchísimo talento, en el Oriente también y así sucesivamente. Por eso es uno de los deportes más practicados o el más practicado en Venezuela”, indicó.
Su origen no está muy claro
El origen del futbol sala en Venezuela no está muy claro y, por lo tanto, es imposible decir dónde y cuándo nació el interés por esta disciplina. No obstante, hay una explicación que es muy popular según la cual la llegada del futbol de salón (como se llamaba en ese entonces) al país se dio por medio de la inmigración masiva que hubo en el siglo pasado, cuando las distintas colonias sudamericanas (argentinos, brasileños, uruguayos) que ya habían adoptado el futsal como uno de sus deportes nacionales empezaron a practicarlo en zonas populares o en clubes privados durante los años 70.
Existe otra historia en la cual un profesor de Educación Física de la Asociación Cristiana de Jóvenes llamado Rubén Saettone, que conocía al hoy considerado “padre del futbol de salón” Juan Carlos Ceriani, fue el primer contacto con el futsal al presentarle a algunos jóvenes de Caracas los fundamentos y reglas de esta nueva disciplina. Pero no existe mayor explicación que esa, ni siquiera una fecha en la cual se produjo este suceso.
Sea cual sea el caso, la realidad es que el futbol sala empezó a hacerse conocido en Venezuela durante la última parte del siglo XX entre los años 70 y 80. Según Yovanny Vázquez, al principio “era más regional que otra cosa y después se fue expandiendo a lo que fue una Liga Nacional”. Sus primeros pasos en torneos fueron en el estado Carabobo, donde se dieron los primeros campeonatos y ligas, conocido en ese entonces como “futbolito”.
De la federación a las competiciones
Con el crecimiento del “futbolito”, en 1983 se fundó la primera asociación de futbol de salón, precisamente en Carabobo, por parte del empresario Roberto Salinas, a la cual posteriormente se unirían otras asociaciones, como las de Miranda, Distrito Capital y Aragua, para formar así la Federación Venezolana de Futbol de Salón (Fevefusa) en 1984.
Años después la selección participaría por primera vez en el Panamericano de Futbol de Salón organizado por la Confederación Panamericana de Futsal (Panafutsal) en 1990, donde obtuvo el tercer lugar del torneo, además de llegar a los cuartos de final en su primer Campeonato Mundial organizado por la ya extinta Federación Internacional de Futsal (Fifusa) en 1991 y obtener el subcampeonato en el Sudamericano de 1992.
En 1993 se crearía la Liga Especial Superior de Futbol de Salón, con la participación de los equipos Dragones de Carabobo, Lobos de Miranda, Caciques de Monagas, Furias de Caracas, Guayaberos de Táchira y posteriormente Bucaneros de Orinoco, Caimanes de Orinoco y Halcones de Apure se unirían.
Los logros no se detuvieron sobre todo para la selección que gano un Campeonato Panamericano en 1996 y un segundo lugar en la última edición de este torneo en 1999.
Pero el mayor logro obtenido fue el Campeonato Mundial de 1997, donde se consagrarían campeones. La Vinotinto de futsal llego a lo más alto del torneo al vencer a otras potencias como Brasil, Argentina y Portugal para ganar de forma contundente a Uruguay en la final con marcador de 4-0. De ahí en adelante el panorama para la selección parecía más que optimista.
Por desgracia las cosas empezarían a marchar mal primero con la desaparición de la Liga Especial Superior de Futbol de Salón 1998 por desavenencias de los dirigentes y dos años después perdieron la posibilidad de organizar el Campeonato Mundial en el año 2000 a manos de Bolivia, lo que generó malestar. Por lo tanto, la disciplina futsal perdió visibilidad mediática.
Entrando en el siglo XXI, la federación intento reanudar la competencia en el país al crear la Liga Nacional de Futbol Sala en 2003 hasta 2011 y, posteriormente, en 2012 crearían otra liga llamada Torneo Superior de Futsal que solo duraría seis años hasta 2018 para luego desaparecer debido a la crisis económica del país.
Vázquez considera que la desaparición de la liga, aparte de los problemas económicos y la falta de recursos, también se debe a que “el futbol sala prácticamente nunca había tenido tanto apoyo como el que está teniendo ahorita”, a pesar de los todos los logros obtenidos.
El último campeonato que se realizó en 2019 y fue solamente para llenar el cupo de Venezuela para la Copa Libertadores, el cual obtendría el equipo Delta Te Quiero, y con el Mundial de la FIFA, a solo un año de distancia, la selección estaba preparándose para poder disputar el sudamericano para poder clasificar a la cita mundialista.
Sin embargo, el inicio de la pandemia tuvo que cambiar todos los planes y el futbol sala fue el más afectado no solo en Venezuela, sino a nivel Mundial, razón por la cual se movió Copa Libertadores y el Mundial para este año.
En 2021 lo resultados obtenidos pueden ser considerados un logro para el país debido la situación que ha vivido le futbol sala en los últimos años. Primero, el equipo Delta Te Quiero quedó en tercer lugar en la Copa Libertadores, después de eliminar a equipos como Peñarol de Uruguay y Cerro Porteño de Paraguay, además de vencer a Corinthians de Brasil por marcador de 3-1.
Lo segundo es la reactivación del torneo de futsal después de dos años de parón, gracias a la alianza de la Federación Venezolana de Futbol (FVF) con la Liga Futve que arrancara bajo el nombre de “Liga Futve Sala”, al contar con la participación de 14 equipos entre los cuales se encuentran Caracas Futsal Club, Dragones de Carabobo, Trujillanos Futsal Club, Centauros de Caracas, Bucaneros de La Guaira, entre otros.
Este torneo se realizará a partir del 29 de septiembre en formato burbuja ubicado en dos sedes: el Fórum de Valencia en Carabobo y el domo José María Vargas en el estado Vargas.