Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el martes 3 de noviembre. En esta contienda se miden cuatro candidatos apoyados por los principales partidos políticos norteamericanos, como lo son Donald Trump por los republicanos, Joe Biden por los demócratas, Jo Jorgensen por la tolda Libertario y Howie Hawnkins por el partido verde.
Hasta la tarde de este lunes, ya se habían emitido 96 millones 070 mil 035 votos anticipados según la autoridad electoral estadounidense, una cifra récord en este tipo de comicios, debido básicamente a la pandemia de COVID-19, que ha cobrado la vida de 231 mil personas y se contabilizan más de 9 millones 200 mil contagios.
Estos comicios, que serán las quincuagésimo novenas elecciones presidenciales en Estados Unidos, además de elegir al inquilino de la Casa Blanca, también se debe votar por el cargo de vicepresidente, la elección de 34 senadores y la totalidad de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.
Cómo van las encuestas
A solo 24 horas para las elecciones de este 3 de noviembre, el exvicepresidente Joe Biden aventaja al presidente Donald Trump por 7,2 puntos porcentuales en la intención de voto a nivel nacional, según la media de distintos sondeos elaborada por la web de noticias políticas estadounidense Real Clear Politics. La ventaja del candidato demócrata se mantiene en esta recta final de la campaña, con los dos aspirantes apurando las últimas horas de campaña en el puñado de estados que decidirán los comicios.
Las fuentes utilizadas para hacer la media, de forma individual, constatan la ventaja del que fuera vicepresidente, que oscila entre los 3 puntos porcentuales y 11 puntos.
En los últimos meses, Biden, de 77 años de edad, ha superado a Trump de 74 años, en la media de intención de voto y en las últimas semanas ha aumentado su ventaja. La controvertida gestión que el actual presidente ha hecho de su contagio del virus del COVID-19, lejos de beneficiarle, mantiene las distancias a favor de su contrincante.
En las anteriores elecciones, en el año 2016, las encuestas eran mucho más ajustadas y los contrincantes, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillay Clinton apenas estaban separados por un par de puntos poco antes del día de las elecciones.
la cadena de televisión CNN asegura que Biden sigue sacándole 10 puntos a Trump en preferencia de voto en el último resumen de encuestas, realizado a cuatro días de las elecciones.
Una predicción que también es tomada muy en cuenta, cuando se habla de elecciones en Estados Unidos, es el ofrecido por el mercado de valores y ya se conoce el nombre del favorito.
El S&P 500 (SPX) cayó 0,04% entre el 31 de julio y el 31 de octubre. Eso significa que el mercado pronostica, por un pelo, que Joe Biden ganará, según el Pronosticador Presidencial de CFRA Research.
El mercado de valores tiene un historial bastante confiable: desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el S&P 500 cayó en los tres meses previos a la votación de noviembre durante un año de elecciones presidenciales, el presidente en ejercicio o el partido del presidente saliente perdió la elección el 88% de las veces.
De manera similar, cuando el S&P 500 sube durante ese período, el presidente en ejercicio o partido del presidente saliente ha ganado el 82% de las veces.
El mercado de valores había estado prediciendo una victoria de Trump hasta el viernes, cuando el S&P 500 cayó 1,2%. Eso fue suficiente para enviar acciones negativas en los últimos tres meses, lo que le dio a Biden una ventaja bastante pequeña.
Inquietante expectativa
El politólogo Cesar David Chirino asegura que las elecciones estadounidenses tienen en vilo al mundo entero y, particularmente, la región latinoamericana, que aguarda el desenlace con inquietante expectativa.
Explica que los candidatos de la reñida disputa han tomado diversas banderas y enfoques en sus respectivas campañas.
El exvicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se ha enfocado en la defensa de la institucionalidad y la democracia, focalizando su discurso en contra de Trump en el manejo inadecuado de la crisis de la pandemia del COVID-19, en su manera de conducirse como presidente, entre otras críticas. Mientras que el presidente Donald Trump, ataca a su contrincante, señalando que la izquierda radical quiere acabar con la historia del país y acusa al candidato demócrata de estar relacionado con «anarquistas» que recientemente han atacado monumentos en Estados Unidos; considerando además que Biden hundiría la economía con regulaciones e impuestos característicos de la izquierda radical, detalló.
En cuanto a las encuestas, el también exconcejal del municipio Chacao precisa que los sondeos favorecen ampliamente a Biden en el voto popular, en mayor proporción incluso que en el caso de Hilary Clinton.
El sistema electoral norteamericano se fundamenta en elecciones de segundo grado mediante los llamados Colegios Electorales, que representan el aspecto decisivo para ganar la elección. En total son 538 y para ganar se requiere un mínimo de 270 votos. La elección se decide en los estados llamados péndulo o bisagra que para esta elección han aumentado a los siguientes: Arizona, Carolina del Norte, Iowa, Florida, Georgia, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pensilvania, Texas, Virginia, Wisconsin.
En cuanto a los aspectos positivos de cada candidato, Chirino explicó que en el caso de Donald Trump una de sus principales ventajas radica en que aún conserva la base de simpatizantes que lo acompañaron en las elecciones del 2016. No obstante, lo que en esa oportunidad fueron votos decisivos a favor de Trump en Michigan, Pensilvania y Wisconsin, estados considerados de tradición demócratas, según los sondeos, Biden los tiene esta vez a su favor.
Precisa que la economía estadounidense, antes de la crisis ocasionada por la pandemia, es un aspecto favorable al candidato republicano, y aun después de la crisis, Estado Unidos creció en el tercer trimestre, con un aumento del 7,4 % del PIB, datos que aventajan al presidente sobre todo en los estados con mayor número de delegados.
Con respecto a Joe Biden, explicó que actualmente juega a sacar ventaja promoviendo el voto rechazo a Trump, mediante el cual aglutina a demócratas y republicanos que no quieren al presidente.
Biden ha sacado ventaja por el cuestionado manejo de la crisis de la pandemia, que incidió en la baja de los índices de popularidad de Trump. Por otra parte, el aumento de la participación a récords históricos en estados como California, Texas, Georgia y Florida se considera que podría ser favorable a Biden, pues se tiene la creencia de que una alta participación beneficia a los demócratas y viceversa, según indica Matthew Record, profesor de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de San José, California, explicó.
Al ser consultado sobre quien ganará las elecciones, afirmó que los resultados de esta elección probablemente no se conocerán el mismo 3 de noviembre, salvo que sea un resultado contundente, que no es lo que expresan los sondeos ni la percepción que se tiene hasta el momento.
Las elecciones norteamericanas las decide los 270 votos de miembros de Colegios Electorales obtenidos en diferentes estados y solo, una vez alcanzado la totalidad del estado, se le atribuyen al candidato ganador. El presidente electo será proclamado una vez alcanzado ese número mágico para el candidato que ocupará durante cuatro años la Casa Blanca, pero es muy difícil dar un ganador, comentó.
Una elección reñida
Por su parte, el periodista y experto en procesos electorales, Eugenio Martínez, explica que para ser presidente se necesita, al menos, el voto de 270 colegios electorales. El voto popular sirve para definir tendencias, pero no es el que decide la elección. Se puede ganar el voto popular y perder la presidencia (Clinton 2016).
Detalla que de la proyección que existe hasta ahora con encuestas locales se puede presumir que Biden/Harris tienen asegurados 216 votos de colegios electorales y Trump/Pence tienen asegurados 125 votos. Aún no es claro el resultado de 197 colegios electorales (distribuidos entre 14 estados)
Detalle que este martes también se escoge toda la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, 11 gobernadores y 32 congresos estadales. En este caso, la elección es por voto directo.
Según las proyecciones de FiveThirtyEight, la probabilidad que Trump gane el voto popular, pero pierda la presidencial, es de 1 en 100. En el caso de Biden, la probabilidad que gane el voto popular, pero pierda la presidencia es de 28 en 100, señala.
Según FiveThirtyEight la probabilidad de que Trump sea reelecto es 10 en 100 y la probabilidad que Biden gane es de 90 en 100
Martínez afirma que los estados que definirán la elección son Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia Pensilvania, Michigan y Wisconsin. En estos siete estados ganó Trump en 2016. Si Biden gana, por ejemplo, Florida y cualquier de los otros seis estados será el presidente de Estados Unidos, comenta.
Indica que Trump debe Ganar seis de los siete estados decisivos para ser reelecto presidente. ¿Puede haber empate? Sí., si Trump gana Georgia, Michigan, Pensilvania y Florida. Y en este caso le tocará decidir al Congreso que se instala en enero quién es el presidente de Estados Unidos, concluye.
Políticas hacía Venezuela se mantendrán
Félix Seijas, fundador de la encuestadora Delphos, considera que es poco probable que la política de Estados Unidos hacía Venezuela cambie por un resultado electoral.
No creo que los resultados vayan a afectar mucho la posición actual hacia Venezuela. Sin embargo, hay un factor difícil de analizar, que es cómo terminaría ejecutando Trump su estrategia hacia nuestro país. No creo que habría más presiones que las que ya hay, simplemente se mantendrían las que existen. De ganar Biden tampoco habría un aumento de presiones, advierte.
Posiblemente algunas de las presiones aplicadas por Trump contra Venezuela se comiencen a utilizar de manera más estratégica bajo el mando de Biden, quizá de manera menos frontal. La principal variable de lo que pueda ocurrir con respecto a los avances para lograr un cambio político en Venezuela tiene más que ver con la estructura dentro del país para ejercer presión interna, que con quién resulte electo presidente de Estados Unidos», sentencia.
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