El Teatro Teresa Carreño celebra 40 años resaltando al artista venezolano y con 70% de producción propia

Hace 40 años, el 19 de abril de 1983, el presidente Luis Herrera Campins encabezó el concierto inaugural del Complejo Cultural o Teatro Teresa Carreño (TTC), convirtiéndose desde entonces en la principal institución artística de Venezuela con sus dos salas: la Ríos Reyna, con un aforo de 2.300 puestos, y la José Félix Ribas con capacidad cercana a 400 personas, que había sido abierta siete años antes como del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.

El teatro, bajo la dirección de Salvador Itriago al frente de la Fundación Teresa Carreño, fue abierto oficialmente aun sin estar concluido para presentar buena parte de los espectáculos que conformaron la programación del Bicentenario del Libertador Simón Bolívar.

En febrero de 1984, no obstante, la Sala Ríos Reyna fue cerrada cuando asumió el nuevo gobierno presidido por Jaime Lusinchi.

La conducción del teatro, a partir de junio de ese año, pasó a estar a cargo de Elías Pérez Borjas, un promotor cultural vinculado al mundo del teatro, el ballet y la danza, a quien le correspondió enfrentar las dudas sobre la sostenibilidad de ese recinto cultural.

Pérez Borjas lo reabrió en noviembre de 1984 y su gestión marcó una pauta en la alianza público-privada y en la apertura hacia artistas y conciertos populares. Permaneció al frente del mismo hasta diciembre de 1991.

En los últimos 10 años, que se corresponden al mandato de Nicolás Maduro, la presidencia de la fundación ha estado ocupada por Gustavo Arreaza y la dirección ejecutiva ha estado a cargo de Irvin Peña.

“La intención en el año 2023 es ofrecer una programación intensa y crecer en la producción propia del Teresa Carreño, en coproducciones y del mundo artístico independiente. Creemos que vamos a estar este año próximo a 70% de producción propia o coproducciones como la de ‘Los Miserables’, que sin lugar a dudas pasa a ser una de las más importantes que hayamos tenido en este teatro”, aseguró Peña.

“Para la celebración de los 40 años del Teatro Teresa Carreño, el artista nacional tendrá un espacio importante, una vitrina y una plataforma que nos permitirá vincularnos con el público de Caracas”, agregó.

El escenario de la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño no ha escapado a que haya tenido que ser utilizado para otros fines: fue altar durante la primera visita a Venezuela del papa Juan Pablo II en febrero de 1985 para el encuentro con la comunidad polaca y congregaciones religiosas; fue sede del Parlamento venezolano el 2 de febrero de 1989 en lo que se llamó “La Coronación” con la toma de posesión de Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno; y ya en la era de Hugo Chávez albergó a la II Cumbre de Jefes de Estado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en septiembre de 2000 y para usos políticos vinculados con el partido de gobierno.

“En estos 40 años del Teresa Carreño ha habido diferentes etapas con su caras positivas y negativas. Estamos viviendo una nueva etapa en la que estamos descubriendo las oportunidades que tiene este teatro y en momentos difíciles nos ha enseñado a comprender otra lógica y establecer otros mecanismos de funcionamiento”, dijo Irving Peña.

“Nos estamos reconectando con el mundo cultural y artístico. El TTC ya está siendo una referencia en América Latina. Estamos en un momento en el que vamos a volver a soñar como dicen y vamos a marcar pauta en muchas áreas porque estamos apostando a la formación y al desarrollo interno”, puntualizó.